La película «Los inseparables», una coproducción entre Francia, Bélgica y España que narra las aventuras de una marioneta de El Quijote y un perro DJ de peluche perdidos en Nueva York, se estrena hoy en el Festival de Annecy, el más importante a nivel mundial del cine de animación.
Dirigida por el francés Jeremy Degruson, la idea original de esta historia en torno a dos amigos improbables parte de las mismas manos que la primera película de Toy Story, las de Alec Sokolow y Joel Cohen.
Y un poco como en esa cinta de Pixar, la amistad improbable entre dos amigos muy distintos es el eje central de la historia, pero en vez de un «vaquero», en esta ocasión hay un ingenioso hidalgo de La Mancha.
«Es una interpretación muy libre de El Quijote», explica a EFE Eduardo Escudero, director de negocios de A Contracorriente Films, que se encarga de la parte española de la coproducción.
No se trataba de traducir el mundo creado por Miguel de Cervantes a la animación, cuenta Escudero, aunque hasta la silueta de Doggy, el peluche compañero de aventuras de la marioneta Don, recuerda un poco a Sancho Panza.
«Es un arma de doble filo (…) El personaje es maravilloso y la novela es magnífica, pero sí que es verdad que las aproximaciones que se han querido dar al público infantil a veces causan rechazo, porque puede ser un poco complicado», puntualiza.
En concreto, el espíritu caballeresco de Don está aquí al servicio de la «pura diversión» para, sin «traicionar demasiado» el espíritu original quijotesco, acercarlo a un público más generalista.
Además, que la idea del personaje partiera de un guión muy lejano al hogar original del Quijote, demuestra «el carácter universal» y de «patrimonio de la humanidad» que tiene el personaje.
A Contracorriente ya había trabajado como distribuidora en España de las películas de los socios belgas del filme, con buenos resultados, pero en esta ocasión no quisieron dejar pasar la ocasión de producir también el proyecto.
«Dijimos, con esta afinidad que tiene con nuestro país sería un crimen que no pudiésemos ir más allá de una distribución», indicó Escudero sobre la semilla que les hizo embarcarse de pleno derecho en «Los inseparables».
Con estos ingredientes, «Los Inseparables» será una de las once cintas que competirán este año por el Cristal de Annecy al mejor largometraje, máximo galardón del festival de esta localidad francesa que se ha convertido en el gran evento de referencia de la animación mundial.
Eso muestra, según Escudero, que la película está a la altura de las grandes producciones de animación del año y que las películas de Europa «pueden tratar de tú a tú» a las de los grandes estudios estadounidenses.
Y también es una indicación más del potencial de España -que en Annecy también está presente con «Robot Dreams», de Pablo Berger- en esta rama del cine.
«Tampoco es que se produzca una alineación de los astros de la industria como para que florezcan estos proyectos, pero es verdad, estamos viviendo un momento estupendo (…) Demuestra lo que siempre hemos sabido, que en España hay un talento también para la animación brutal y que estamos desaprovechados», opinó Escudero.
Tras su estreno en Annecy y su potencial paso por otros festivales, habrá que esperar hasta el próximo invierno para ver «Los inseparables» en las salas de cine.
El Festival de Annecy abrió oficialmente ayer domingo, pero sin las proyecciones al aire libre previstas, que comienzan hoy, debido al impacto que causó en esta ciudad alpina de 130.000 habitantes el apuñalamiento de varios niños pequeños por un perturbado el pasado jueves.
Una vez que las autoridades descartaron que fuera un atentado terrorista y de que los heridos, tres de ellos muy graves inicialmente -dos niños y un adulto- mejoraron, la organización del festival decidió, en coordinación con el Ayuntamiento, mantener esta edición con ese pequeño cambio. EFE
