Huayna Potosí: reto cumplido para la cuencana Verónica Idrovo

También fue parte de esta aventura de largo aliento, el quiteño David Analuisa. Superaron el objetivo, el pasado el 31 de mayo.

Lo que empezó como un sueño terminó en una realidad. Desde el 2015, la andinista cuencana Verónica Idrovo comenzó con esta actividad deportiva. En Ecuador ya ha conquistado varias montañas, pero su reto siempre fue llegar a la cumbre del Huayna Potosí, ubicado a 6.088 m s. n. m, en Bolivia.

La aventura junto a David Analuisa empezó desde Tumbes, Perú. Desde esa ciudad tomaron una avión para llegar hasta Ica, luego visitaron el desierto de Paracas. Tras algunos días de recorrer varios sitios en suelo peruano, llegaron a Bolivia.

«Estudiamos la montaña durante meses y decidimos ascender sin contratar guías ni empresas de logística y turismo. Un GPS fue uno de los instrumentos que nos acompañó durante el trayecto.» explica Idrovo, de 39 años, quien en su relato se emociona sobre este desafío superado.

A pesar de haber llegado a la cumbre conocida como “Cerro Joven”, durante el trayecto hubo algunos contratiempos, pero fueron resueltos al momento.

El clima, el viento fuerte, la exigencia del ascenso y las zonas de escalada fueron algunos factores que llevaban a pensar dos veces si el ascenso era posible. Sin embargo, en los dos ecuatorianos hubo fortaleza y vencieron estos obstáculos.

Recuerda Idrovo que, el recorrido hasta el punto más alto del Huayna Potosí les tomó un tiempo de cinco horas y 40 minutos, aproximadamente.

Partieron a la una de la mañana, desde el Campamento Base, a 4.800 metros sobre el nivel del mar. Hicieron cumbre cerca de las seis de la mañana.

“Teníamos en mente comenzar en alguna montaña en Perú, pero hubo contacto con las cholitas bolivianas y nos decidimos por esta montaña. En el camino nos enfrentamos a un viento fuerte, que en Ecuador no lo habíamos sentido, esto dificultaba el paso rápido”, detalla la azuaya.

Recuerda la andinista cuencana que en ese tramo hasta llegar a su objetivo también escalaron una pared de hielo negro. Esto puso a prueba a los tricolores. Sin embargo, el reto fue superado.

Tras casi seis horas de caminata, los andinistas ecuatorianos llegaron a la cumbre. En ese lugar hubo lágrimas y un sinnúmero de emociones.

“Nos abrazamos, pero el viento imposibilitaba el festejo. Sacamos las banderas de Cuenca y de Ecuador. Es una emoción inexplicable. Estuvimos cerca de cinco minutos en la cumbre y luego inició el descenso. Todo fue 70 % corazón y 30 % esfuerzo físico”, relata con emoción la cuencana.

Al cumplir este desafío internacional, Verónica recordó todos los momentos que vivieron hasta llegar a lo más alto de la montaña Huayna Potosí. Inclusive ha pensado en tatuarse los 6.088 m s.n.m.

Para Idrovo, el andinismo es su vida. Este reto superado en Bolivia le motiva a seguir más fuerte en esta actividad deportiva.

Su primer ascenso en Ecuador fue en el volcań Tungurahua, pero ahora su experiencia ha crecido, al igual que sus anécdotas y objetivos.

El próximo reto internacional de la deportista está planificado para noviembre. Estudia la posibilidad de viajar a México.

“Esto es mi vida. Cuando se llega a la cumbre soy feliz. Los sueños están para cumplirse, es cuestión de establecerse las metas”.

Tres montañas en Ecuador

La actividad deportiva para Verónica Idrovo no parará. En los próximos meses tiene previsto ascender a tres montañas de Ecuador: Cayambe, Illiniza y el Chimborazo.

Esta preparación le servirá para un siguiente desafío fuera del país. En su mente y corazón se mantiene la ilusión de llegar a la cumbre del Everest. (D)