La consulta popular sobre el Yasuní, que será este 20 de agosto de 2023, genera posiciones a favor y en contra. Los argumentos giran, principalmente, en torno a la protección de la naturaleza y a los recursos económicos que necesita el Ecuador. Hay una división de criterios por la consulta del Yasuní.
Los votantes deberán responder sí o no a la siguiente pregunta: “¿Está usted de acuerdo en que el Gobierno ecuatoriano mantenga el crudo del ITT, conocido como Bloque 43, indefinidamente en el subsuelo?”
El Parque Nacional Yasuní es un área natural protegida que está en Pastaza y Orellana. Está localizado entre el río Napo y el río Curaray, en plena cuenca amazónica. De allí la importancia de su cuidado.
Entre 2007 y 2013 Ecuador inició una campaña mundial con el fin de pedir que varios países aporten con una compensación económica a cambio de no extraer el petróleo de esta área.
Se calculó que de prosperar esa iniciativa se iban a dejar bajo tierra unos 856 millones de barriles de petróleo, que representaban no contaminar el ambiente con 407 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono (CO2).
Tras no conseguir los resultados esperados, Rafael Correa, en ese entonces Presidente del Ecuador, el 15 de agosto de 2013 dio por terminada esta iniciativa y anunció el inicio de la explotación.
Sebastián Cevallos, activista político, sobre la consulta del Yasuní
Para Sebastián Cevallos, activista político y excandidato a asambleísta por Azuay, la consulta popular sobre el Yasuní significa una oportunidad histórica para que Ecuador deje de depender de la explotación petrolera.
Y es que para Cevallos el país puede aprovechar otras fortalezas como la manufactura, turismo ecológico, industria y agricultura, para generar recursos que sostengan a la economía.
“Tenemos que dejar de pensar que la extracción del petróleo es nuestra fuente de mayores ingresos, tenemos que poner esa primera piedra para aprovechar otras opciones que no generan el nivel de contaminación que el petróleo…”, señaló.
Acotó: “hay países como Colombia y Brasil que están haciendo compromisos para proteger las zonas donde se ha hecho explotación del petróleo y ese es un mensaje para el mundo…”.
A criterio de Cevallos hay dos alternativas para compensar los recursos que Ecuador deje de recibir por el petróleo que no se extraiga del Parque Nacional Yasuní.
La primera: revisar las exoneraciones que tienen los grandes grupos económicos; y la segunda: aplicar el 1% a los 1.000 más ricos del país. Esto permitiría recaudar unos 600 millones de dólares por año.
“No tiene sentido que apesar de que estamos viviendo los efectos de la crisis climática decidamos seguir contaminando con la EXTRACCIÓN del petróleo”.
Cristian Castillo, profesor universitario, sobre la consulta del Yasuní
Para Cristian Castillo, catedrático de la Universidad del Azuay (UDA), respecto a la consulta popular del Yasuní, se debe pensar no solo en la preservación de esta área sino de toda la Amazonía del Ecuador.
“Hay elementos que también son depreratorios y que también están afectado a la Amazonía en general, de los cuales no se está conversando, y eso también tiene que entrar en la conversación…”, mencionó.
Acotó: “también legitimo y considero que si alguien considera en votar no, porque se requieren esos recursos, está bien, porque tienen sus argumentos y posiciones…”.
“Está bastante claro que nosotros somos un país en vías de desarrollo y necesitamos dinero fresco para inversiones en infraestructura fundamental para el desarrollo…”, añadió.
Para Castillo el impacto de la preservación de estas zonas a largo plazo es de vital importancia como país, y por el cambio climático lo más razonable es mantener el petróleo bajo tierra.
“En el futuro uno de los recursos más escasos será el agua y en el caso de Ecuador la principal fuente en términos de ciclo del agua está en la Amazonía…”, insistió.
“la protección no debe ser solo del Yasuní sino de toda la Amazonía, y tenemos que poner en el debate precisamente eso…”.