Un dilema entre lo ambiental y lo económico provoca la consulta popular del Yasuní, que será este 20 de agosto de 2023, como parte de las elecciones adelantadas. Por eso hay diferentes lecturas sobre esta consulta.
Los electores deberán responder a esta pregunta: “¿Está usted de acuerdo en que el Gobierno ecuatoriano mantenga el crudo del ITT, conocido como Bloque 43, indefinidamente en el subsuelo?
El Parque Nacional Yasuní fue declarado como Reserva de la Biósfera por la United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (UNESCO) en 1989.
El colectivo Yasunidos en 2013 solicitó al Consejo Nacional Electoral (CNE) que se haga un plebiscito para que la ciudadanía decida si se explota o no el petróleo que hay en este lugar.
Luego de 10 años, el 13 de mayo de 2023 la Corte Constitucional del Ecuador (CCE) finalmente dispuso que se haga esta consulta, lo que fue cumplido por el CNE.
De triunfar el sí en este plebiscito la Empresa Pública de Hidrocarburos del Ecuador (EP Petroecuador) en el plazo de un año deberá retirarse de este lugar y llevarse toda su maquinaria.
EP Petroecuador ha estimado que el país perderá 16.470 millones de dólares en caso de que se detenga la extracción del crudo que hay en esta zona natural.
Andrés Martínez, catedrático de la Universidad de Cuenca, sobre la consulta del Yasuní
Para Andrés Martínez, docente de la Universidad de Cuenca, la ciudadanía tiene derecho a pronunciarse sobre cuestiones ambientales a través de una consulta popular.
“Hace algún tiempo había esa duda si se podía o no se podía, y eso quedó despejado tanto en fallos anteriores como en el último fallo de la Corte Constitucional…” indicó.
Acotó: “la pregunta estuvo planificada para hacérsela más o menos en el año 2017 cuando todavía estaba de por medio la decisión de si se explotaba o no…”.
Para Martínez en el supuesto que triunfe el sí, hay que analizar las consecuencias que tendrá en el país la falta de estos ingresos producto de la exportación del petróleo.
“Hay que ser consecuentes, no solamente diciendo sí… también decir que nos vamos a sacrificar con el retiro, por ejemplo, del subsidio de los combustibles…”, dijo.
Acotó: “hay que se coherentes, si yo quiero conservar la naturaleza, si yo quiero conservar la biodiversidad, debo ser consciente de que se necesita utilizar menos carburantes (combustibles)”.
La opción más viable para desincentivar el uso precisamente de los carburantes es el incremento del precio y el retiro de los subsidios que se aplican para estos.
Frase: “Hay que ser coherentes y saber que el cuidado del medio ambiente también significa hacer algunos sacrificios como reducir el uso de combustibles…”
Sebastián López, profesor de la Universidad del Azuay (UDA), sobre la consulta del Yasuní
Para Sebastián López, catedrático de la Universidad del Azuay (UDA), la consulta popular del Yasuní es reivindicar un mecanismo de democracia directa.
“Tradicionalmente las élites son las que han tomado las decisiones más transcendentales sobre cuestiones importantes como es la conservación del medio ambiente, derechos de pueblos y comunidades”, dijo.
Para López hay una correlativa obligación del Estado de informar de manera transparente, oportuna y pertinente, para que el pueblo pueda tener una decisión informada.
“Creo que el Estado tiene otras fuentes de financiamiento que no se han hecho efectivas, y puede ser el momento para mirar hacia estas opciones para aportar a la economía del país…”, señaló.
Acotó: “debería desde mi perspectiva muy personal dejarse ese petróleo bajo tierra… Y reitero, el Estado tiene otras fuentes para obtener los recursos y preservar el bien mayor…”.
Las alternativas para compensar lo que se deje de recibir por el petróleo es una efectiva recaudación tributaria y el retiro de los subsidios a los combustibles.
Frase: “Se quiere mantener el petróleo bajo tierra, pero al mismo tiempo se quiere mantener los subsidios, y eso no posible, hay que sincerar este tema”.