¡Ya no más choferes agresivos!

Hugo Lucero Luzuriaga

¡Dame paso! ¡lerdo! ¡hazte a un lado! ¡camarón! ¡tonto hijo de…!, y hasta que muestran la mano con el dedo medio extendido y con más palabras agresivas; son algunos de los comportamientos que tenemos que soportan conduciendo la mayoría de choferes que transitamos por las calles de la “Culta Ciudad de Cuenca”. Pero más, algunos audaces conductores rebasan a velocidades de autopista para alcanzar el semáforo que no se pase al rojo, y de lado van vociferando contra quien estaba adelante respetando las leyes de tránsito en la “Ciudad Universitaria”. Y, los sustos que generan ruidos intensos de motos que rebasan por la derecha y continúan zigzagueando como acróbatas por las calles de la “Ciudad para Jubilados”. No termina allí, cuando veloces automotores frenan a rayo antes de atropellar a seres humanos que se cruzan por el paso cebra, en la “Ciudad de los Mil Títulos”.

Esta es la realidad que observamos y vivimos todos los días en la “Cuenca de los Escritores y Poetas”, en donde no dejan de haber choferes que salen a las calles y avenidas para desenfrenadamente agredir al que se le encuentra al paso, conductores que salen atrasados a la cita o al trabajo y pretenden llegar a tiempo, manos al volante de sujetos inestables emocionalmente que muchas de las veces salen “carajeando” a la cónyuge para “pegarse” contra “salados” que mejor sonríen ante los improperios de alocados conductores.

Estos belicosos comportamientos no pueden ser controlados por los agentes de tránsito, e incluso ellos también reciben su mala parte. Son agresiones que provienen de sujetos que tienen problemas de conducta generados en el mismo ambiente donde sobreviven; sabemos que la educación y cultura nace de la casa, entonces qué podremos opinar sobre estos choferes que incluso no lo tratan bien ni a su vehículo.

No somos santos, en algún momento se nos traiciona la adrenalina, pero debemos anteponer nuestra educación y respeto hacia los demás que tienen el derecho a vivir en paz y respetados en la “CUENCA PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD”. (O)