Mientras tanto…

Tito Astudillo Sarmiento

Mientras una caravana recorre por las avenidas indiferentes, vacías, gastadas, agujereadas, coreando para sí misma el manifiesto y proclama de la refundación de la patria, los negocios cierran más temprano por miedo a la extorsión…

Mientras en tarima el nuevo ungido recita el viejo estribillo de la demagógica promesa que juega a suerte de maniqueísta propuesta para provocar una “lucha de clases”, dentro de las mismas clases que se califican y descalifican…

Mientras el recorrido puerta a puerta juega a suerte de sonrisa empática del saludo protocolar que pretende, a partir de la visita única, generar vínculo, adhesión y compromiso con la promesa efímera que dura menos que la misma campaña…

Mientras los noticieros de los medios escritos, radiales, televisivos o digitales llenan sus espacios y columnas con entrevistas, análisis, opiniones y pronósticos de las posibilidades y escenarios para el desenlace del proceso electoral…

Mientras las imprentas no paran de rotar más material pop y uno que otro artilugio con los colores, logos, isotipos y el infaltable vota todo por mí, para regarlos a mansalva en cada caravana, mitin o recorrido.

Mientas las redes se llenan de sus videos y sus memes, de sus promesas y saludos, de sus fotos recorriendo, en muchos casos, casi todos, conociendo los barrios de sus propias ciudades; y si, mientras ellos prenden la fiesta de su inefable victoria, mientras tanto…

Mientras tanto otro negocio ha cerrado temprano por miedo al vacunador y a despedido un empleado porque a menos ventas, menos ingresos y lógico menos recursos para contratar; lo que significa, en términos agregados de economía menos demanda, menos consumo, menos producción y, por deductiva lógica, menos empleo, más desempleo, subempleo y vulnerabilidad ante la delincuencia.

Mientras ellos sonríen el país se descalabra: menos médicos y medicinas en los hospitales, menos maestros en las escuelas, menos escuelas en los “territorios”, menos empleos y menos empleados, menos economía y más politiquera habladuría… (O)