Daniel Noboa, quien ayer pasó al balotaje junto con la correísta Luisa González (con 42% de actas escrutadas por el Consejo Nacional Electoral), se convirtió en el candidato outsider de las elecciones anticipadas.
Así se le denomina al postulante que mueve el tablero electoral de forma sorpresiva, al que no se le vincula con ninguna tendencia u organización y que posee poca o nula experiencia política.
Para Francis Romero, politólogo experto en pronósticos electorales, lo sucedido con Noboa es producto del buen papel que desempeñó en el debate presidencial, en el que no se enfrascó en pugnas, sino que se centró en explicar su plan para solucionar dos de los principales problemas que enfrenta el país: la inseguridad y del desempleo.
“Pasó de un 5%, que tenía en la última encuesta que pudimos publicar, al 25%, eso es producto, sobre todo, de una campaña post debate, en la que se apuntó a los jóvenes, que son el 30% del electorado”, afirmó Romero.
Para analista político Patricio Jijón, en esta multiplicación del mensaje que se difundió en el debate jugaron un papel importante las redes sociales, en las que se apuntó a dar a conocer un candidato sin pasado y vinculación política, pero esto no es del todo positivo, pues es también un político sin ninguna tendencia e ideología.
“Los votos por Noboa son un clarísimo rechazo a la política tradicional, pero con esto estamos apuntado a la inexistencia de partidos políticos, solo hay membretes electorales, tampoco hay propuestas ideológicas, de centro, derecha o izquierda, hemos abandonado las ideologías como factor importante para la elección”, afirmó Jijón.
Por su parte Noboa, en su primer discurso tras conocerse los resultados, apuntó a que su paso a la segunda vuelta se debió a su trabajo de campaña puerta a puerta, el cual, según afirmó, se afianzará en el balotaje. “Todavía no hemos ganado la Presidencia, nos falta mucho por hacer”, dijo.
Noboa en la Asamblea
A Roger Celi, coordinador del Observatorio Legislativo, organismo que realiza el seguimiento al trabajo de los legisladores, le es complicado definir la tendencia política de Daniel Noboa o establecer si en la Asamblea se ubicó en la oposición o el oficialismo, pues más bien formó parte de una mayoría móvil, que muchas veces apoyó los proyectos de Guillermo Lasso, pero votó a favor del inicio del juicio político en su contra.
“Lo que podemos ver claramente es que es un empresario que legisló por este sector y lo hizo bien, presentó nueve leyes, todas fueron aprobadas en el pleno con una amplia votación.
En cuanto a tendencia, no se inclina por ninguna, simplemente es pragmático, al punto que apenas empezada la guerra de Rusia contra Ucrania, la cual todo el mundo rechazó, él le pagó el viaje a un grupo de asambleístas para que vayan a defender su negocio bananero”, afirmó Celi.
Un triunfo a medias
Aunque al cierre de esta edición Luisa González, de la Revolución Ciudadana, obtenía el 33% de los votos válidos, su discurso triunfalista en los medios de comunicación, según los analistas, no se reflejaba ni en su rostro, ni en sus actitudes, en los que se veía como una derrota.
“Llama la atención que Luisa González, con un 32%, se muestre derrotada, esto se debe a que ella sabe que ese porcentaje es el techo de la Revolución Ciudadana y presiente que, como ocurrió en el 2021, no tendrá éxito en una segunda vuelta”, afirmó Patricio Jijón.
Problemas con el voto en el exterior
Pese a que el Consejo Nacional Electoral (CNE) insistió, a través de varios comunicados, que los ecuatorianos que viven en el exterior habían ejercido con “normalidad” su derecho al voto de forma telemática, este pronunciamiento no concordó con las quejas que, a través de redes sociales hicieron públicas los compatriotas.
Varios connacionales informaron que el sistema de voto telemático no funcionaba y que, tras pasar los primeros pasos procedía a colgarse, los principales inconvenientes se presentaron en Europa.
Adicional a esto, aunque al inicio lo negó, el Consejo Nacional Electoral (CNE) terminó aceptando que el sistema del voto en el exterior sufrió ciberataques desde varios países como India, Bangladesh, Pakistán, Rusia, Ucrania, Indonesia y China.