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Jessie Ochoa, embajadora de su marca ‘Polka dot’

“Cuando iba a comprar ropa interior no encontraba algo que me guste, que se acomode a mi cuerpo. Las prendas deberían adaptarse a nosotros y no nosotros a las prendas”.

Así fue como la joven cuencana Jessie Ochoa identificó un target para aplicar un modelo de negocio, con el que lleva en el mercado desde 2016.

Bajo la marca ‘Polka dot’, Jessie confecciona lencería femenina, dando alternativas a las mujeres que “luchan” por encontrar ropa íntima a su medida.

“La ropa interior es lo primero que nos ponemos al empezar el día y si yo me siento bien con mi cuerpo, con mi ropa, el día tiene otra cara. De esa necesidad propia surgió este emprendimiento”, expresa Jessie.

Preparación

Ella estudió Diseño en la Universidad de Azuay (UDA) y se especializó en Corsetería y Diseño en Medellín. Al retornar a su ciudad natal en el año 2013, empezó a darle forma a su idea de negocio.

En el proceso se tropezó con algunos obstáculos como encontrar la materia prima adecuada, los hilos, los encajes, los elásticos, los herrajes y las maquinarias.

A sus 26 años solicitó un crédito de 5.000 dólares en una entidad bancaria, con lo que adquirió máquinas, tela e inició con la confección.

“Fue un proceso largo porque fue de prueba y error. Probaba elásticos, randas, telas, diseños hasta ver qué funciona. Hubo pérdidas de material, de plata, de tiempo hasta que en 2016 se abrió la tienda ‘Polka dot’”, recuerda.

El nombre del local se debe al popular estampado de puntos que lleva ese nombre y se caracteriza por una serie de figuras circulares tejidas o bordadas sobre una tela lisa.

Para probar la ropa, Jessie repartía las prendas entre sus amigas. Ellas tenían la tarea de usarlas y dar su opinión para responder si les gustó, qué no les gustó, que le cambiarían, si pudieron lavarla en máquina, colocarla en la secadora.

“Una tiene que ser la embajadora de la marca y si yo no sé lo que vendo, probablemente venda cualquier cosa, pero el cliente no va a volver”, dice la joven.

La tienda está ubicada en las calles Baltazara de Calderón 2-80 y Miguel Heredia. En el lugar también funciona el taller de costura que genera tres plazas de empleo directo. Además, tiene una red de trabajo con cinco talleres, con los que se colaboran entre sí en sublimación, telas planas, estampados y serigrafía.

“Es importante tener una relación justa de compañeros de trabajo. Porque una empresa sale adelante cuando la gente se apodera y se siente parte de la misma y eso se genera con confianza y comunicación”.

Portafolio

‘Polka dot’ maneja líneas de ropa interior con pantis y bralettes, vestidos de baño, ropa de playa y actualmente está incursionando en un segmento de ropa de calle o de diario.

Además de la tienda, las prendas se comercializan en los locales de Anacleta en Cuenca y en Quito en Robot Rock Store. En los próximos meses tiene la meta de expandirse con locales en Guayaquil.

La materia prima con la que trabaja es algodón, licra nylon, herrajes, randas, licra poliéster, poli algodón y rayones, entre otras. Esto lo importa desde Perú y Colombia. Los costos de la lencería van desde los siete dólares y varían de acuerdo con el tallaje y los materiales.

El target es ubica entre los 20 y 35 años y no es una línea tan clásica en cuanto a las tonalidades. Jessie tiene clara la importancia de ofrecer productos cómodos y de calidad.

Trajes a medida

Los trajes de baño de ‘Polka dot’ se confeccionan a medida a diferencia de la ropa íntima que tiene su tallaje.

“Hay mujeres que cuando van a la playa, quieren mostrar cierta parte de su cuerpo y ocultar otra, de pronto la cicatriz de una cirugía o de una cesárea por eso se confecciona a mediad para que se sientan cómodas porque no es solo ropa, es la expresión que uno tiene”, dice la emprendedora.

Para diseñar, Jessie Ochoa se inspira y da rienda suelta a su creatividad en el taller, una vez que cuenta con la tela y los implementos.

La joven, aficionada a las telas, los hilos, los diseños, está al tanto en cuanto a materia prima e innovaciones que surgen en los países vecinos como Colombia, donde la tecnología en materiales está más avanzada con telas antifluido o antibacteriales, entre otras. (PNH)-(I)

DATO

  • En la pandemia, Jessie Ochoa se dedicó a hacer mascarillas en el taller de costura. En 2022, retomó la producción de lencería femenina.

“Para mis colecciones me guío en lo que le favorece a cada cuerpo, sin importar si en 2023 la tendencia es un color azul, por ejemplo. porque no a todas les queda ese color”.

Jessie Ochoa. Creadora de ‘Polka dot’.

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