Ecuador tiene 16’938.986 de habitantes, más de 1 millón de personas menos de la proyección efectuada en 2010.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) presentó estos datos obtenidos en el Censo de Población y Vivienda realizado en 2022 y precisó que en el último censo se había determinado que la población llegaría a 18,1 millones. En 2010 la población era de 14’306.876 personas.
“Seguimos creciendo, pero a menor ritmo, tenemos hogares cada vez más pequeños y diversos, que se concentran en las grandes ciudades (…) Somos un país que hemos despedido a muchos familiares en busca de mejores oportunidades y también hemos despedido a familiares y amigos por la pandemia, seguimos albergando a venezolanos y colombianos”, afirmó Roberto Castillo, director ejecutivo del INEC.
¿Qué incidió en la reducción?
Según los resultados del INEC, el número de integrantes de las familias se redujo, los hogares pasaron de tener en promedio 4,2 miembros en 1990 a 3,3 integrantes en el 2022. Se estimaba que en estos 12 años nacerían 330 mil niños por año, nacieron solo 250 mil.
Mientras que el número hogares unipersonales, donde una persona vive sola, pasaron de 12,1% a 16,7%; los de dos integrantes aumentaron de 15,9% al 20,2%; y los hogares grandes, de más de seis miembros, se redujeron de 30,9% a 20,7%.
Otro de los factores que incide en la reducción del nivel de crecimiento poblacional es el número de personas que han fallecido, según las proyecciones del anterior censo, se esperaba que 1,1 millones de personas mueran en estos 12 años, pero, según datos del Registro Civil, se produjo un exceso de 90 mil fallecidos, debido a la pandemia de la COVID-19.
En 248.345 hogares encuestados se informó que uno de sus familiares murió en los últimos tres años, producto de la pandemia o de factores relacionados con esta enfermedad; sin embargo, aunque no se consultó en el censo, Roberto Castillo señaló que a estas causas se deberían sumar la violencia en el país, que también ha costado de vida de miles de ecuatorianos.
Adicionalmente, en las proyecciones del 2010 se estableció que el saldo migratorio, que determina la diferencia entre personas que migraron y las que ingresaron al país, sería del 0,05%, esta cifra no se ajustó a la realidad, pues en los últimos tres años, tras el inicio de la pandemia, el país vive una ola migratoria; además, creció el número de venezolanos que arribaron al país.
Según los datos del Censo, 96.581 personas encuestadas manifestaron que uno de sus miembros salió del país y no regresó en los últimos tres años; si se cuentan los 12 años desde el último Censo, son 300 mil las personas que migraron. El director del INEC manifestó que la actual ola migratoria es diferente a la del 2000, cuando salieron padres de familia que dejaron a sus hijos al cuidado de sus abuelos, desde el 2020 se ha presenciado la salida de núcleos familiares completos.
Aunque no contribuye en el decrecimiento poblacional, sino en su aumento, el país tiene al momento 425 mil extranjeros que residen en Ecuador de forma permanente, el 54% son venezolanos y el 23% son colombianos.
Servicios básicos no alcanzan a todos
El Censo de Población y Vivienda del 2022 arrojó cifras sobre la cobertura de servicios básicos que, según la Constitución, son responsabilidad de los gobiernos locales; en todas las áreas las cifras han mejorado, pero no lo suficiente, y la situación sigue siendo preocupante, sobre todo en las zonas rurales.
Según los datos obtenidos, el 97,5% de la población nacional cuenta con cobertura de la energía eléctrica, en el 2010 el porcentaje era del 93,2%; en cuanto al agua por red pública, el 84,2% de los habitantes la tienen, en el anterior censo eran el 72%; mientras que el alcantarillado lo poseen el 65,8% de los habitantes, en el 2010 alcazaba al 53,6%; la cobertura de recolección de la basura pasó del 77% al 88,7%.
En cuanto a la diferencia entre lo rural y lo urbano, en todos los ámbitos la cobertura disminuye en el campo, es así que la luz llega al 98,9% de las ciudades y al 94,9% en el resto del país; el abastecimiento de agua es del 66,9% en la zona rural y del 93,9% en la urbana; el alcantarillado es del 35,8% en el campo y de 82,7% en las ciudades; la recolección de la basura solo alcanza al 35,8% del sector rural, y al 82,7% en el urbano.