Los problemas en la Feria Libre de El Arenal y en los alrededores tienen una larga data y hasta ahora ninguna administración municipal ha podido corregir. Habitantes y comerciantes han tomado acciones por cuenta propia.
Se podría decir que el origen de todos los males es el desorden. Las ventas ambulantes se han tomado las avenidas: De Las Américas, Carlos Arízaga Vega y Roberto Crespo; también la calle Eduardo Arias y otras vías cercanas.
A esto se suma la delincuencia. Son comunes los robos. Bryan Morales, jefe de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) El Batán, dice en promedio receptan diariamente cinco denuncias por robo a personas, uno por robo de vehículos y diez por venta de droga.
El principal reducto para la venta de sustancias ilegales es la calle Roberto Crespo, según comentaron vecinos del sector, quienes prefirieron mantener en reserva su identidad.
Según el testimonio que dieron a El Mercurio, en esta calle es frecuente observar “actitudes sospechosas” de ciudadanos que llevan, traen y entregan objetos extraños, estos se confunden entre los vendedores.
Mientras tanto, en el recinto ferial lo que preocupa es el préstamo ‘gota a gota’ y el ‘chulco’. En la calle Eduardo Arias, a partir de las 16:00, es habitual observar a los prestamistas cobrar las cuotas a los ‘clientes’. Para ofrecer uno de estos ‘créditos’ recorren los puestos personalmente o entregan volantes.
‘Miguel’, uno de los asociados, señaló que, si bien a él no le han ofrecido dinero, todos los compañeros hablan de eso. “Siempre les explico que son préstamos perjudiciales… Imagínese, a usted le dan 100 dólares y, pagando diario, usted llega a cancelar 120 o 125, es decir un 20 % de interés, es demasiado alto”, advierte.
Integración de los comerciantes
Sonia Angamarca, presidenta de la Asociación Hermano Miguel, explica que organizarse con sus 400 compañeros agremiados ha servido para reducir los índices delictivos.
Para que esto ocurra, han implementado sistemas de videovigilancia, guardias privados y capacitaciones a los comerciantes.
Angamarca estima que en la Feria Libre hay entre 7.000 y 8.000 comerciantes formales y entre 1.000 y 1.500 informales. Estas cifras las ratificarán o desestimarán con un censo que está próximo a aplicarse.
Para evitar caer con prestamistas de créditos ilegales, han tenido acercamientos con cooperativas. Empero, es algo que no se ha podido ejecutar.
Control de las inmediaciones
José Palacios, comerciante de la calle Carlos Vintimilla, activó un sistema de alarma que implementaron junto con otros 20 comerciantes más. Esta iniciativa debieron hacerla de forma independiente al sentirse “indefensos”.
Ahora, con su celular, activa un perifoneo que alerta a los vecinos del tipo de problema que se está presentando, como robos o libadores.
A esta iniciativa se sumó Julio Morejón, habitante y comerciante en la Feria Libre. El desorden es uno de los problemas más graves que él evidencia a diario.
Además, recordó que hasta 2018, personal de la Guardia Ciudadana (Policía Municipal) realizaba controles hasta las 19:00, cosa que, según él, ya no pasa. Con el desorden, explica, se generan condiciones para que los delincuentes aprovechen y roben.
Acciones tomadas en la Feria Libre
Bryan Morales, encargado de la UPC El Batán, explicó que los delitos han reducido en la zona. Según él, por el seguimiento que hacen a los delincuentes, a quienes ya los conocen e incluso ya los tienen fichados en un álbum con sus fotografías.
La violencia intrafamiliar es un tema que también les preocupa y esperan reducirlo con campañas de concienciación.
El alcoholismo y la venta ilegal de puestos son otros aspectos que empañan el trabajo de vendedores que “sí acudimos a ganarnos el pan de cada día”, comentó ‘Yolanda’, nombre protegido.
Ella ha sido testigo de cómo ciudadanos han muerto en las calles por consumir bebidas alcohólicas que se vende de manera ilegal en las inmediaciones de la Feria Libre. Algo que lo hacen de manera clandestina. Asimismo, conoce de ventas de puesto de manera ilegal, a elevados costos.
“Se han reducido los delitos” en la Feria libre
William Egas, jefe de la Subzona de Policía Azuay, comentó que dentro de las acciones que se han adoptado para erradicar los problemas de inseguridad en la Feria Libre, están las reuniones con los comerciantes, los operativos y la aprehensión a los expendedores de droga.
De acuerdo con el jefe policial, se coordina con los dirigentes de las asociaciones y se ha reducido el principal delito que es el robo.
Según él, se han implementado controles con el personal de antinarcóticos para tratar de limitar la venta de alcaloides. Además, indicó que están tomando medidas para erradicar la presencia de prestamistas o también conocidos como ‘chulqueros’ que ofrecen dinero bajo la modalidad ‘gota a gota’ que luego lleva a amenazas. (I)