Con sabor a moraleja / Sería imperdonable que se equivoquen otra vez

Bridget Gibbs Andrade

Este artículo va dirigido a las personas que después de diez y seis años de presenciar diariamente amenazas, inseguridad, negocios truchos estatales y, para rematar, guerras entre narcotraficantes gracias a que Correa expulsó a la base de Manta abriendo la puerta a un narco estado, disponiendo una tabla de drogas con la cual miles de jóvenes y niños ahora son adictos, no han retirado su apoyo al correísmo. INTERIORÍCENLO.

El plan de gobierno de Luisa dice que no se permitirán bases extranjeras en el país, bajo el argumento de defender la soberanía nacional. Es decir, da carta blanca al narcotráfico. Todos estamos conscientes de lo que ustedes se rehúsan a aceptar: Luisa es Correa, y él representa a los Lobos, los Latin King, los Choneros, y prófugos de la justicia. Ella es empática con los dictadores latinoamericanos. Noboa reconoce que el problema principal es el consumo de drogas. A Luisa le importa un bledo. Sola, y sin el voto del correísmo, sería la versión femenina de Bolívar Armijos.

Correa anunció, en varias entrevistas, lo que supuestamente haría si gana su candidata: convocaría a una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución, garantizando impunidad a sus compañeros. Permitiría la reelección indefinida con miras a eternizarse en el poder como Maduro y Ortega. Nombraría autoridades de control, obvio, obsecuentes a él. Eliminaría sentencias judiciales en su contra, pues, según él, son infundadas. Volvería a ser candidato presidencial declarando inconstitucional la Consulta del 2018. Y, la Fiscal General, tendría que enfrentar a la justicia una vez que pierda la protección del Estado.

Mientras Luisa asegura que fortalecerá el dólar, Correa, su asesor, anuncia que el Grupo de Puebla, al que pertenece el correísmo, iniciará una guerra sin cuartel en contra de la dolarización. Ella defiende a la salud, pero también defiende el consumo de drogas. Sólo aliados al narcotráfico pueden estar a favor de esta incongruencia.

Los presos exhiben carteles con el nombre de Correa y su candidata, la que no tiene empacho en exponer su amistad con el líder de una banda delincuencial. El gran problema del Ecuador es la impunidad reinante. La Constitución de Montecristi convirtió a nuestro país en un elíseo para cometer crímenes sin que estos tengan consecuencias. ¿Votarán por ellos? Hasta Lenín Moreno pide que no lo hagan. Sería imperdonable que se equivoquen otra vez… Y no lo digo yo, lo dice el 70% de ecuatorianos que sí ven lo que ustedes se niegan a ver. (O)