Ampliar los programas de conservación del bosque del Collay con la inyección de una mayor cantidad de recursos. A eso apunta la creación de un consorcio que involucre a gobiernos seccionales de distintos niveles.
El bosque del Collay ocupa una área de aproximadamente 29 mil hectáreas que se ubica entre las provincias de Azuay y Morona Santiago. La zona está en una altura promedio de 3.268 a 3.882 metros de altura sobre el nivel del mar y contiene 12 microcuencas, siendo las más importantes de los ríos Collay y San Francisco.
Los monitoreos realizados la sitúan como el hábitat del oso de anteojos, tapires, así como de otras especies de animales en peligro de extinción.
Una mancomunidad viene trabajando desde el año 2009 para conservar este bosque. El órgano lo lideran en este momento los municipios de la zona como: El Pan, Sevilla de Oro, Paute, Gualaceo y Chordeleg, quienes reciben apoyo de instituciones para cumplir el objetivo.
El consorcio surge para que, sobre todo, el Gobierno Provincial del Azuay pueda desenvolverse oficialmente como miembro para el cuidado del bosque porque lo realizaba de forma voluntaria. Por lo tanto, la figura de mancomunidad tendrá que cambiar puesto que se suma un nivel de gobierno diferente a los que venían trabajando.
Un acuerdo se firmó el pasado 26 de octubre para el efecto. Según Wilson Ramírez, quien es el alcalde de El Pan y preside la mancomunidad del Collay, se realizan a partir de entonces los trámites de ley pertinentes para que el consorcio del Collay funcione desde los primeros meses del próximo año.
Asimismo, dijo que existe la posibilidad que también se involucren los municipios de Guachapala y Sígsig al consorcio por el interés mostrado por sus autoridades. Solo depende de la voluntad política, los alcaldes tendrán que tratar el tema con sus concejos cantonales para su aprobación.
Los municipios que forman parte en la actualidad de la mancomunidad destinan anualmente cada uno cerca de 15 mil dólares. Estos recursos más otros que se consiguen por autogestión con aportes de la misma Prefectura, de la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC EP), entre otras instituciones se distribuyen en proyectos que permitan proteger el bosque, principalmente en las zonas sensibles que tiene cada cantón.
“Con la Prefectura pretendemos subir el tema de monto de gestión y también de ingresos”, aseguró Ramírez.
Importancia
El GAD Provincial busca con esto que la institución -indistintamente de quien sea su autoridad- quede comprometida para designar de su presupuesto recursos anuales para avanzar con acciones en la conservación del bosque del Collay.
David Vásquez, director de Gestión Ambiental de la Prefectura, aseguró que así se podrán generar otras estrategias que permitan en un futuro declarar el bosque del Collay como una área dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP).
27 osos de anteojos identificados
En el bosque protector del Collay se ha identificado hasta la fecha que es el hábitat de 27 osos de anteojos y 17 tapires. Esto ha sido posible mediante las cámaras de monitoreo instaladas en la zona.
La información se conoció el pasado 26 de octubre, cuando en las instalaciones de la Casa de la Provincia (Cuenca) se llevó a cabo un simposio sobre avances y resultados en los estudios en monitoreo del oso de anteojos y el tapir de montaña en el Austro Ecuatoriano y norte del país.
En la cita participaron autoridades y técnicos del medioambiente del GAD Provincial del Azuay, la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC EP), la Empresa Electrogeneradora del Austro (Elecaustro), la Empresa Municipal de Agua Potable (ETAPA EP), universidades, entre otras instituciones y fundaciones. (I)
DETALLES
– 22 de agosto de 1985 se declara mediante acuerdo ministerial la zona del Collay como bosque y vegetación protectora. Se ubica entre las provincias de Azuay y Morona Santiago.
– Los municipios de El Pan, Sevilla de Oro, Paute, Gualaceo y Chordeleg forman parte actualmente de la mancomunidad. El Ayuntamiento de Santiago de Méndez (Morona) se separó por decisiones administrativas.
– Según información de la Prefectura, alrededor de 117 mil personas se benefician de forma directa o indirecta con el cuidado del bosque protector. Se trata de pobladores, especialmente de la zona oriental del Azuay.