Alfredo Campo comienza camino para París 2024

El ciclista cuencano se encuentra en la ciudad y aprovecha para compartir con otros deportistas y a la vez planificar su pretemporada, rumbo a JJ.OO.

Alfredo Campo cuando visita Cuenca siente que se recarga de energías. El bicicrosista azuayo cerró su año competitivo 2023, como uno de los mejores del mundo. Ahora, toma un breve descanso a sus viajes y competencias, para compartir un tiempo con su familia y programar una etapa de carreras en diferentes latitudes. Todo apunta a luchar por una medalla en los Juegos Olímpicos del próximo año.

A pesar de que el pedalista califica esta temporada como destacada, no todo fue alegría. En enero tuvo una reconstrucción de su hombro derecho. Por ello, tuvo seis meses de para. No obstante, su recuperación fue alentadora y enseguida estuvo en diferentes pistas mostrando sus capacidades.

El ganador del diploma olímpico hizo una pausa a sus actividades en la capital azuaya y conversó con Diario El Mercurio, sobre sus nuevos objetivos. Su consigna es conseguir estar en el podio en París 2024.

¿Qué destacar en este año competitivo y preolímpico?
Empezamos un poco mal por la operación. Fueron casi seis meses de recuperación. Sin embargo, en el Campeonato Mundial gané confianza y me ubiqué entre los 15 mejores. En las Copas Mundo avanzábamos de fases y conseguí una final. Hace unas dos semanas logré una medalla de oro en el Campeonato Nacional de Estados Unidos (Carolina del Sur). Esto afianza y corresponde a que estamos haciendo bien las cosas. No ha sido un año perfecto, pero han existido momento de superación y alegrías.

¿Siente qué está en su mejor momento deportivo?
(Respira profundo) Mi objetivo siempre fue claro cuando salí de mi casa a los 16 años y es el de obtener una medalla en cada evento de ciclo olímpico. Lo he conseguido. Estoy trabajando día noche para la presea olímpica y me encomiendo a Dios para estar en la final de París. Una vez que este allí, voy a dejar el alma en la pista y veremos qué pasa. Han sido años de muchos viajes y la experiencia crece. Siempre recuerdo al niño que competía en La Concordia, al Alfredo que representa al país.

Tras esta breve pausa a su preparación, ¿cuándo regresa a las competencias?
Tenemos claro el panorama en el 2024. La “pretemporada” la iniciamos la primera semana de enero con una competencia en Florida, Estados Unidos. Luego vendrán en febrero unas fechas de las Copas Mundo en Australia y Nueva Zelanda. En marzo asistiremos a una nueva válida en Holanda. Mientras que el Campeonato Mundial será en mayo.

¿Cómo avanza el proceso para clasificar a París 2024?
Estoy virtualmente clasificado. El proceso se cierra en junio del 2024, hasta el momento nadie tiene asegurado el cupo, pero, para eso, servirán los eventos a los que vamos a asistir. Una vez que lleguemos a junio nos enfocaremos para los Juegos. Siento que la medalla es posible. No sé cuantos ciclos olímpicos me quedan, pero es uno a la vez. Soy agradecido con todo lo que he conseguido, la vida del deportista pasa rápido. Conozco la pista de París, allí obtuve una medalla de plata, en una Copa Mundo del 2019. De seguro cambiarán algunas características.

¿Por qué se descartó la participación en Juegos Panamericanos de Santiago?
En Toronto 2015 obtuve la medalla de plata y en Lima 2019 me coroné campeón panamericano. Pero en esta ocasión tuve que elegir entre Santiago 2023 o la final del Campeonato Profesional Americano. Prioricé la carrera en Estados Unidos, por una razón importante, porque en esa misma pista se disputará el Campeonato Mundial del 2024. Ya cerraron la pista, fue la última oportunidad de competir en ese escenario y por ello esa decisión difícil de no estar en Chile. No fue algo de última hora, más bien ya estaba planificado esto desde hace tres años.

En este 2023, ¿qué pista fue la más complicada?
La de Santiago del Estero, en Argentina. Allí se hizo una válida de la Copa Mundo. Es una pista técnica, larga y trabada. Es un escenario al que tengo mucho cariño, pero fue el más duro.

¿Cómo recibe Cuenca a Alfredo Campo?
(Sonríe y su voz se entrecorta) No hay mejor cosa que estar en casa y recargarme de toda esa buena vibra de la gente. Comer en casa un mote pillo o llapingacho, no se compara con nada. Siempre es un orgullo llegar a mi ciudad y compartir con la familia. Lo malo es que ya son varios años que el bicicross azuayo ha entregado varios logros y seguimos con esa pista. Hago un llamado a las autoridades para que esta situación pueda cambiar.

¿Cómo está el lado empresarial del bicicrosista cuencano?
Las cosas van bien. La marca de bicicleta Alcavi inició casi hace un año en Estados Unidos. Queremos que esta marca se conozca a escala mundial, pero esta tiene el sello de Cuenca (sonríe).

¿Qué decir a las personas cercanas a Alfredo?
Un agradecimiento a todas las empresas privadas y las instituciones públicas por el apoyo. Un cariño especial a todas las personas que creen en mí. Vamos a pedalear todos juntos por esa medalla.