Alcance la libertad financiera con estos sencillos pasos

Santiago León

La cosa está jodida. No hay mucha chamba. Así que toca verse las formas para llevar el pan a la casa. Pero viendo el caso de cada sector económico, llama la atención uno en especial. Y no requiere de tanto esfuerzo. Sí. Me refiero a convertirse en influencer. Ha sido una maravilla. Le pagan súper bien. Inclusive el 30 de noviembre se celebra el Día del Influencer. No cierto que está cool. ¿Verdad?

A ver. Los influencers hoy en día se han vuelto clave para posicionar una marca. El esfuerzo que han hecho estos sujetos por ganar seguidores los vuelve en un mal necesario, en el mundo de la publicidad. Acá no hay muchas vueltas. Si no hay ventas, un negocio muere. Así de sencillo.

Pero ojo. Esto de los influencers no es nuevo, ya es viejo. Acuérdese de las fotos de deportistas, reinitas de belleza o actores en las vallas publicitarias. Ahora, con el marketing digital, este movimiento ha ganado la bola de espacio.

Les voy a dejar unas recomendaciones para montar el negocio de influencers. Usted verá si le sirve o no. Agarre su celular y compre un arito de luz. Hay de colores y son bonitos. ¡Listo! Ahora sí, empiece a grabar sin parar. Le explico. Pulse el botón rojo cuando lave, planche, baile, duerma, pasee al perro. Vaya a un restaurante y recomiende. En fin, documente lo que hace todo el santo día.

Algo tedioso ese camellito, pero todo sea para gozar de la libertad financiera. Cuando consolide su comunidad las marcas le empezarán a enviar productos para que los use y recomiende. Habrá días que pintarse las uñas o hacerse la barba le resulte gratiche. Así como todo campeón olímpico de remo.  

Eso sí, no se convertirá en esos influencers “plomos”. Esos antipáticos que vacunan, perdón, que exigen cientos de miles por publicar alguna historia o video. Los que no pisan la tierra y piden los mejores tratos. Más exigentes que una celebridad de Hollywood. Sea de aquellos que apoyan a los más necesitados. Aplique esta recomendación y después me cuenta cómo le fue con su proyecto. Ojo, cuando sea famoso no se olvidará de saludar. (O)