Es justo y necesario

Tatiana Neira Alvarado

Más allá de disposiciones legales, obligaciones o sanciones, en la convivencia ciudadana, deberían primar la empatía, la solidaridad y el sentido común.

La ley establece que en el transporte terrestre gozarán de atención preferente las personas con discapacidad, así como que constituye infracción de tercera clase, contravenir la garantía de trato no discriminatorio en la prestación de servicio de transporte –entre otras- a dichas personas.

Parece que la norma legal no es conocida por algunos taxistas de la ciudad de Cuenca, que no paran o se niegan a embarcar a una persona ciega que tiene asistencia de un perro lazarillo, aduciendo en el segundo caso que no transportan a mascotas, negándose a entender que el lazarillo no lo es, sino que cumple la función de ser los ojos de la persona que no ve.

Al fallar lo dicho al inicio, las autoridades, los dirigentes del transporte, las empresas y cooperativa que operan transporte público, deben informar y educar a los choferes, es justo y necesario. (O)