El director ejecutivo interino de Oxfam Internacional, Amitabh Behar, ve «imprescindible» que se materialice cuanto antes un alto al fuego en la Franja de Gaza, pues según afirma en una entrevista con EFE, esa región «está en llamas».
«Más de dos millones de personas han sido desplazadas de sus hogares por la crisis, nuestros 33 equipos de Oxfam en Gaza han tenido que mudarse no una, ni dos, sino hasta tres veces», manifestó el director interino durante una visita a Colombia.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, 15.899 palestinos han muerto en el enclave desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás, que ha dejado además 42.000 heridos, por lo que «nadie está a salvo», según Behar.
Para Behar, lo que está sucediendo en Gaza «no es una guerra con Israel, sino una crisis humanitaria masiva que va más allá de lo que hayamos visto nunca».
Behar es el director ejecutivo de Oxfam India desde 2018 y desde mayo de 2023 lo es también de forma temporal de Oxfam Internacional, y se muestra muy preocupado ante los «crímenes» en la Franja desde el comienzo de las hostilidades el 7 de octubre, tras los ataques terroristas del brazo armado de Hamás contra Israel que dejaron al menos 1.200 muertos y más de 240 secuestrados en comunidades israelíes.
«Se han bombardeado hospitales y se ha restringido el acceso a alimentos y agua», dejando a los palestinos desamparados, «es una tragedia de inimaginables proporciones», agregó.
El 1 de diciembre terminó la tregua negociada por Catar, Egipto y Estados Unidos que frenó durante siete días la ofensiva militar del Ejército de Israel en la Franja de Gaza.
Migración y justicia «en estado crítico»
El director de la ONG participó en Bogotá en la presentación de un informe de Oxfam sobre la migración venezolana a diferentes países de Latinoamérica, que «viven en un escenario complejo en el que la paz, los derechos y la justicia son problemas en estado crítico«.
«Los migrantes se enfrentan a una injusticia, logran escapar de ella, y acaban en un nuevo contexto que no les pone facilidades y les hace enfrentarse a nuevas injusticias», dice, y recuerda que «nadie emigra por libre albedrío y felicidad».
En su primera visita a Colombia, Behar comparó el caso venezolano con uno de su origen en la India: las migraciones forzadas de los rohinyá, las miles y miles de personas que huyen de Birmania a Bangladés, «son personas que han sido sacadas de sus hogares por su religión».
Afirma que el mayor problema de la migración global es la discriminación: «primero hay que tratar el odio y la xenofobia, luego se trata de conseguir darles una vida digna».
Para ello, «los Gobiernos» deben reconocer los derechos de los migrantes, «darles documentos legales y ayudarles a integrarse en un empleo».
El trabajo de Oxfam consiste en trabajar con comunidades, «luchar por sus derechos legales«, afirma, y admite que en su labor deben siempre «mantener la esperanza», y apoyarse en las «historias de las personas que deciden ayudar a aquellas en problemas con solidaridad». EFE