Romanticismo

Por definición de la Real Academia de la Lengua Española, romanticismo es sensibilidad excesiva, y cualidad de romántico. ¿Qué involucra ser romántico? Otros conceptos, lo describe con adjetivos de sentimental, generoso y soñador. ¿Cómo es que estos elementos nos dieron un movimiento cultural?

Expresión. La expresión es ese factor presente en cada definición. Una persona muy sensible, muestra su sentir. Una mujer generosa, expone esa bondad. El niño soñador, destaca por dejar ver sus anhelos. ¿Que alguien nos parece muy sentimental? Pues es justamente esa condición de expresarse que lo diferencia de quienes no demostrar su emociones y sentimientos.

La época del Romanticismo musical sacó a flote las emociones, ya sean fáciles de identificar como la tristeza y la alegría, o también otras algo más soñadoras, como la esperanza o el desamor. Todas ellas, traducidas en melodías. La expresión excesiva, podría considerarse como apasionada. El Romanticismo surgió en el siglo XIX para hacer frente a la razón que dominaba hasta entonces y dar paso a la emotividad interior. El ramillete de sensaciones que ofrece esta etapa, se liga a la “historia” contada en las notas musicales, pero una vez más, destaquemos que, se deja a la razón, y entonces la historia formal y seca, se vuelve más poética y de narrativa para transmitir una correcta percepción a los demás. Eso sí, nunca falta ese elemento singular y propio de cada artista compositor, su interior. De aquí se da paso también a la ópera.

La parte pasional se encuentra en algunas obras que muestran extremos en la tonalidad de las obras compuestas, donde hay fragmentos muy sutiles y otros de gran impacto musical como si ocurriese una colisión en la interpretación de una pieza, así es por ejemplo con La Sinfonía N6 Patética de Piotr Tchaikovsky hacia el minuto 10. Otro compositor destacado es Frédéric Chopin con sus Nocturnos de un lado más “sentimental” y las Polonesas con un sentir más alegre pero siempre con la expresividad que tanto hemos mencionado en este artículo.

Si unimos esa transmisión de una narrativa poética, los sueños, la sensibilidad en pasajes tocados al piano, y las melodías que nos hacen imaginar el sentir de un compositor, tenemos una riqueza emocional indescriptible. ¡Qué generosa y romántica eres, querida música! (O)

Lcda. Estefanía Chalco

Magister en Gestión Cultural, Licenciada en Estudios Internacionales y Comercio Exterior. Ha ejercido funciones en el sector público y privado ante organismos internacionales. Gestora de proyectos sociales.

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