Salud mental

Ana Abad R.

Un asunto pendiente entre nosotros ha sido y es la discusión en torno a nuestra salud mental, como trama esencial para nuestro bien estar físico y emocional personal, familiar y comunitario; sin embargo, el caos de la actual y dolorosa crisis que estamos atravesando, nos obliga y con urgencia a poner sobre la mesa de análisis y reflexión un tema de máxima importancia como es la salud mental de la sociedad ecuatoriana. Especialistas en salud pública registran en los últimos meses un acelerado aumento de pacientes con síntomas de ansiedad, hipertensión y depresión como consecuencia, señalan, de la violencia e inseguridad que el país está atravesando. El pacto social en Ecuador está roto, por eso todo cuanto hagamos desde nuestro espacio social y nuestro ámbito de influencia en favor de la vida y de una vida digna, equilibrada y equitativa es ganar, ganar en un país injusto y vulnerable. No podemos quedarnos como meros espectadores inmovilizados por el miedo, el temor y a desconfianza cuando los datos –espeluznantes– nos muestran que la cifra de homicidios en niños, niñas y adolescentes en los últimos cuatro años, según la UNICEF, aumentó en un 640 %; en estas dolorosas circunstancias debemos atrevernos a cuestionar, a soñar, a ser irreverentes con las verdades únicas y con el poder en todas sus manifestaciones, y aportar por la creatividad de una sociedad resiliente como es la ecuatoriana. (O)