En una primera mitad de temporada marcada por la irregularidad tanto en el juego como en los resultados, el alemán Ilkay Gündogan se ha erigido en una de las pocas notas positivas del Barcelona, con el que registra nueve asistencias de gol, siendo uno de los centrocampistas europeos que más pases da.
La huella del excapitán cityzen, de 33 años, es notable en el juego azulgrana. Insustituible para Xavi Hernández, Gündogan es el jugador más utilizado de la plantilla, con 2.963 minutos disputados. Catorce goles del Barça han llevado su firma, ya sea con una asistencia (9) o enviando el balón a la red (5).
Y eso que las lesiones en la medular y la ausencia de un pivote puro ante la falta de confianza del técnico en Oriol Romeu han obligado que en muchos partidos el internacional teutón haya jugado de mediocentro, en la base del cuadrado de la medular que dibuja Xavi Hernández.
Y es que es cerca del área donde el fútbol de uno de los líderes del City de Guardiola que conquistó el triplete brilla con luz propia.
Lo exhibió en el último partido liguero contra el Alavés (1-3). Xavi situó a Christensen de mediocentro y avanzó la posición del alemán, que asistió a Robert Lewandowski en el primer tanto del partido y anotó el segundo con un vistoso remate tras una llegada al área desde segunda línea.
Entre los centrocampistas europeos que más pases dan
Pero su juego va más allá de su participación en los goles. Según los datos de BeSoccer, Gündogan es el cuarto centrocampista de las cinco grandes ligas europeas que más pases ha completado (1.354), solo por detrás de Rodrigo Hernández, ‘Rodri’ (Manchester City), Granit Xhaka (Bayer Leverkusen) y Declan Rice (Arsenal).
Asimismo, es el segundo centrocampista del fútbol continental que más pases clave da (21), que son aquellos que acaban en un remate de un compañero. Solo el futbolista portugués del Manchester United Bruno Fernandes, con 23, supera al jugador azulgrana en este aspecto del juego.
El rendimiento del alemán confirma que su fichaje como agente libre el pasado verano fue un acierto. Llegó junto a Joao Cancelo y Joao Félix -ambos a préstamo-, Íñigo Martínez y Oriol Romeu, el único jugador por el que el Barça pagó traspasó en verano (3,4 millones de euros).
