“Mi nombre es Francisco. Tengo 59 años, empecé a fumar desde los nueve. A los 21 años me casé. Con el tiempo, cambié la droga en polvo por la líquida: el alcohol. Perdí todo. Toqué fondo. Estuve en coma ocho meses por un accidente. Pero hoy me estoy rehabilitando y doy gracias a Dios”.

Este es un breve testimonio de Francisco, uno de los miembros de la Fundación ‘Kainos’, ubicada en la parroquia Baños.

Desde hace cinco años, este colectivo trabaja día a día con personas que están en situación de calle, ayuda a personas sumergidas en adicciones a quienes, además del alojamiento, les predica el evangelio.

“Se trata de una terapia espiritual. No contamos con doctores o psicólogos, claro que sería bueno. Pero nosotros les rehabilitamos con base en la palabra de Dios”, explicó Daniel Chávez, pastor de la fundación ‘Kainos’, que significa “Dios levanta al caído”.

El pastor, oriundo de Quito, también pasó por la experiencia de las adicciones y se rehabilitó en ‘Kainos’ en su ciudad natal. Desde entonces se marcó la meta de ayudar a otras personas que están en esa situación.

“Salí del mundo del alcohol, las drogas y la delincuencia. Mis padres me abandonaron cuando tenía seis meses de nacido. Conocí las drogas a muy temprana edad, pero conocí de Cristo a los 20 años. En la fundación me casé. Nos donaron la casa aquí en Cuenca y así empezó este sueño”, recuerda.

Actividades

Esta comunidad de enfermos alcohólicos o adictos a las drogas, es no lucrativa y desarrolla diariamente reuniones con todos sus miembros, con el objetivo de ayudarse mutuamente para abandonar sus adicciones.

Su lema es “No mentir, no robar y no engañar”.

Actualmente, la fundación acoge a 85 ciudadanos que han sido recogidos de sectores como la 9 de Octubre, 12 de Abril, 10 de Agosto, Feria Libre, así como de los cantones Paute, Sevilla de Oro, Sígsig, Gualaceo, Girón y la parroquia Ingapirca. Además de otras ciudades como Riobamba y Loja.

El testimonio de Francisco, quien lleva seis meses en la fundación, se repite con el de otros integrantes de ‘Kainos’.

Carlos, de 20 años, vivía en las calles y era consumidor de drogas y alcohol. Lleva un año en rehabilitación y hoy forma parte del equipo de panadería.

Sustento

Y es que, para financiar los gastos de la fundación, los integrantes cumplen actividades como:

Panadería
Carpintería
Cerrajería
Aluminio y vidrio
Enderezada y pintura

Estos oficios son los que han aprendido en su vida y en los que han trabajado, pero a su vez les enseñan a los nuevos miembros de la fundación para que puedan trabajar y reinsertarse en la sociedad.

Francisco y Carlos se encargan de la panadería donde elaboran galletas, pasteles, pan de leche, bizcochos, suspiros, chabelitas y melvas que comercializan, bajo las respectivas normas de higiene.

De los ingresos, una parte es para solventar los gastos de la fundación como pago de servicios básicos y alimentación. Los trabajadores se quedan con un porcentaje para sus gastos.

Respeto

Muchos han pasado por clínicas de rehabilitación, pero no han logrado su objetivo. Uno de ellos es Juan, de 40 años, quien está en la fundación desde hace cinco semanas. Empezó a consumir alcohol desde los 14 años.

“Cuando llegué no me sentía bien. No me quería acercar a Dios, pero aprendí que Dios tiene un propósito y por eso estoy aquí. Me siento tranquilo. La diferencia entre estar aquí y en una clínica de rehabilitación es que aquí nos tratan con respeto, no nos insultan, no se dirigen a nosotros con malas palabras”, expresó Juan, quien es trabajador de la construcción.

Nueva meta

Ahora la fundación tiene la meta de acoger también a mujeres, que están en situación de calle. Para esto hace un llamado a quienes puedan ayudar a cumplir este objetivo.

“Nuestro propósito es tener una fundación con áreas más grandes, con áreas verdes, espacios de trabajo para que puedan hacer ejercicio y tener las terapias. La casa nos ha quedado pequeña”, indicó el pastor Chávez.

Para solicitar más información sobre ‘Kainos’, puede contactar a los teléfonos 0993083893 o 0997728997. (PNH)-(I)