Los GAD y el invierno

Con el mismo entusiasmo y desafío, incluso hasta “raspando la olla” para obtener dinero de donde sea y como sea, y poniendo a trabajar equipos camineros completos a fin de construir infraestructuras para carnavalear a lo grande, con conciertos de por medio, agua y espuma, Municipios y Prefecturas deberán actuar en cantones y parroquias rurales azotadas por la fuerza del invierno.

Tal como informa este diario, las lluvias, consecuencia del fenómeno de El Niño, provocan los primeros daños graves: deslizamientos, desbordamientos de ríos y quebradas, inundaciones y destrucción de puentes.

En el caso de Azuay, las zonas más afectadas son Ponce Enríquez y Molleturo.

Información difundida por el Estudio Regional del Fenómeno El Niño y el Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada del Ecuador, las lluvias subirán en intensidad desde marzo próximo.

De los 15 cantones de la provincia, siete figuran como los de mayor riesgo de inundaciones al estar por debajo de los 1.500 metros sobre el nivel del mar: Ponce Enríquez, Cuenca (sus parroquias occidentales), Pucará, Nabón, Oña, Santa Isabel y Girón.

Lo ocurrido el pasado fin de semana en Ponce Enríquez lo dice todo. Un cerro se vino abajo, taponando vías, arrastrando viviendas, vehículos y causando la muerte de tres personas.

Maquinaria del GAD ese cantón, de la Prefectura y del MTOP intervino para despejar el material de la vía y ejecutar otros trabajos.

Hay algunas casas aún en riesgo, cuyas familias serán evacuadas.

En Molleturo, la creciente del río Ochoa arrasó con un puente y destruyó sembríos en comunidades aledañas, siempre en riesgo de ser inundadas.

Otra provincia en peligro es Morona Santiago. Los Municipios tienen listos sus planes de contingencia. La misma prevención la deben tener los de Azuay. Para eso se prepararon desde hacía mucho tiempo, si bien con la acostumbrada queja: falta de dinero, en parte cierta.

Si el invierno se viene fuerte es hora de precaver. Tras la fiesta viene lo duro.