Tambores electorales en la izquierda

Caroline Ávila

Caroline Avila nueva

La izquierda ecuatoriana se ha anticipado en anunciar sus intenciones electorales de cara a los comicios de 2025. Los nombres que resuenan en la agenda pública ponen en discusión la posibilidad de un fraccionamiento en el correísmo como parte de las opciones a las intentan apostar Centro Democrático, el Partido Socialista o Pachakutik.

Quien intervenga en política, por el espectro ideológico del centro a la izquierda, tendrá que conquistar al voto blando del correísmo. Sin embargo, lo que se ha escuchado hasta ahora no ha sido la conquista de ese votante sino del opositor, es decir de quien no está afín al correísmo. Los nombres que se barajan no son lo suficientemente provocativos para el segmento “anti”, precisamente por su discurso y trayectoria cercana con la Revolución Ciudadana; por ello, cualquier intención para desmarcarse resulta contraproducente. La consecuencia de esa narrativa dejará en el votante la impresión de una inconsistencia política que fraccionará un pequeño sector de la izquierda, en lugar de generar mínimos acuerdos que coloquen una candidatura sólida en la segunda vuelta.

Carlos Rabascal, bajo el auspicio de Centro Democrático, en una entrevista en un medio digital, tuvo posturas ambiguas para evaluar el rol de la fiscal Salazar. Al darle el calificativo de “valiente,” no dialoga con la tesis correísta y por lo tanto lo ubica directamente en el bando opuesto. Si ese era el objetivo, debió ser más claro. Caso contrario debió utilizar términos menos condescendientes para así evitar ofender a un segmento importante de sus votantes que están en frontal desacuerdo con las acciones de Fiscalía.

Pedro Granja, al no haber sido vinculado al correísmo, tiene más libertad para articular un discurso de oposición. “Vamos a derrotar el correísmo en Manabí”, afirmó en rueda de prensa junto a Leonidas Iza, dirigente de la CONAIE. Dejó claro el objetivo, pero ¿es el correísmo el enemigo? La asociación del Partido Socialista con Pachakutik debería reflexionar sobre quién es un enemigo para derrotar, algo que sea más acorde a las demandas y necesidades de su base social.

De continuar así el escenario, será difícil que desde los votantes de la izquierda se pueda encontrar una representación que haga un contrapeso eficiente al correísmo. Aunque en política en este país se ve “tostar granizo.” (O)