Adelante guaguas

Aurelio Maldonado Aguilar

Me encuentro picado hondamente del aguijón severo de un grato abejorro llamado nostalgia, lo declaro. Los recuerdos incesantes de antañas vivencias, todas enraizadas en el légamo fértil de una ciudad que canta y encanta, Cuenca, sobrevienen en vaharadas gratas y estrepitosas, cuando un grupo de viejos septuagenarios, abuelos ya casi todos, antiguos párvulos de la escuela Borja, nos reunimos en un abrazo fraterno y respetuoso, desde años atrás, por lo menos mensualmente en un café de Cuenca y entre cervezas artesanales frías, la chacota, chanza y tomadura de pelo finas son la tónica. La planificación de paseos a quintas y fincas de las guaguas, se proyectan y entonces es ya un día entero de jolgorio, música y algarabía, generalmente en medio de una sola víctima, el chancho. En pocas ocasiones marchamos encaramados en buseta, fuera de la provincia por paseos de 3 días y no pierdo esperanza de que, en una de estas cerveceadas, planifiquemos un crucero o algo por el estilo, fuera de banana republic. Gratificantes momentos que hablan claramente que vivimos. Recuerdo y amistad eterna, están abrazados por nuestra bella e incomparable ciudad, donde ríos y piedras milenarias nos cantan sus sinfonías en medio de regatos de sigsales y retamas. Enamorados contemplamos sus entornos. Gente caminando por las camineras rivereñas en sus ejercicios diarios, perdiendo peso y tensiones de la vida. Los ríos cristalinos, sin poluciones, ciclovías expeditas para su uso, todo limpio y sin basurales, dan ese encanto de ciudad sostenible. Grata y muy grata noticia de que el presidente Noboa y su equipo de trabajo cercano, adoptan a Cuenca y su casco histórico, como la primera ciudad del país en desarrollar proyectos de avanzada, con un millonarios desembolso, para un programa urbano de movilidad sostenible, tomando la ciudad como paradigma, donde se desarrollarán programas muy novedosos como el uso de bicicletas eléctricas, mejoramiento y aumento de ciclovías y camineras, tendientes a disminuir emisiones de gases de efecto invernadero. Enamorados propios y extraños y el presidente también, entre todos, pues da muestras de consideración y respeto por la ciudad cuando consiguió nombrarla también, sede de la Cumbre Iberoamericana de presidentes y jefes de estado para noviembre de este año.

Guaguas, la suerte nos puso en un entorno de cielo. La vida nos regaló el abrazo fraterno y cordial de amigos. La ruleta de los genes no hizo inteligentes y comprensivos. Las células aún viven fuertes en nuestra pulpa. Disfrutemos de lo nuestro y preservemos estos, nuestros recuerdos, en la descendencia. Nos vemos el sábado. (O)