La recaptura

CON SABOR A MORALEJA Bridget Gibbs Andrade

No cabe duda de que gracias a la cooperación de EE.UU. el gobierno ecuatoriano se enteró del plan de fuga gestado dentro de la Embajada de México para acolitar al corrupto de Glas en su huida hacia tierras mexicanas. Lo que sucedió es nada más que la recaptura de un prófugo de la justicia.

Glas retornó a la cárcel de la que nunca debió haber salido. Gracias a las mañas de un juez corrupto -uno de los que cayó en los casos Metástasis y Purga- que le libró de cumplir las sentencias que sobre él pesan, abandonó la prisión en medio de vítores y aplausos de borregos contratados. El mil veces acusado no se cansa de mencionar que jamás se apropió de fondos públicos, pero hasta la fecha no ha podido probar nada.

No fue nada raro que en días pasados haya ingerido una sobredosis de medicamentos -lo más seguro es que fue para llamar la atención- si la primera vez que estuvo preso veía sangre en las paredes y escuchaba voces. Estos revolucionarios podrían escribir secuelas de los thrillers psicológicos de Alfred Hitchcock, si se lo propusieran.

Glas no estaba en la Embajada Mexicana para comer tacos o entonar rancheras. Se refugió bajo el brazo protector de AMLO, el carnal de los carteles mexicanos quien ha recibido de mil amores a sus compañeritos de la RC, acusados de corrupción. ¿Hablando de relaciones diplomáticas, cuáles son las sanciones a México por darle asilo político a delincuentes?

Lo que hizo Noboa fue recapturar a un ladrón. Si esperaba un minuto más, amanecíamos con la noticia de que Glas huyó. Tal como lo hizo Duarte. El conflicto que existe hoy es sólo culpa de AMLO cuya política consiste en asilar, proteger y abrazar narcodelincuentes.

Los correístas elevaban plegarias para que Glas se escapara, pero sus rezos se hicieron humo. El fugitivo belga dijo alguna vez dijo que Lucio Gutiérrez fue el presidente más corrupto del Ecuador. Luego de que lo acusaran por haber cometido varios desafueros, regresó al país y, desde el penal García Moreno, se defendió. Hoy es asambleísta y camina tranquilo por la vida. No así Correa que anda con “el Jesús en la boca” desde que EE.UU. le pisa los talones.

El prófugo amenazó con expulsar de la RC a los del redil si vuelven a votar a favor de algún proyecto del Ejecutivo. Si supiera el gran favor que les haría…

Es indiscutible que, con la recaptura de Glas, la popularidad de Noboa escaló hasta las nieves del Chimborazo. Y se elevaría hasta la Luna si sacara a Baby Torres del gobierno y dejara de pautar con los impresentables de La Posta.

Tengamos presente que VOTAR SÍ EN LA CONSULTA, ES VOTAR EN CONTRA DE LA NARCOPOLÍTICA.  (O)