Siguiendo a N. Bobbio, el Estado democrático tiene a la opinión pública como aspecto crucial para la formación y control de las decisiones políticas. El Estado democrático “ideal” vendría a ser una especie de caja transparente donde no hay lugares turbios ni ocultaciones. No obstante, esta figura se enfrenta a menudo a otra forma de poder, un poder que se oculta y que esconde, el poder donde el secreto es la forma de acción. Pero el “secreto de Estado», sería el fundamento del estado autocrático, es decir un estado que escapa al control de las leyes y, sobre todo, al control regulatorio del pueblo porque sus decisiones políticas se toman fuera de la luz pública. Si bien la naturaleza democrática impide que la gestión de lo público pueda estar confinado al espacio del misterio, el modelo autocrático, y sus lógicas autoritarias basadas en la eficiencia y la tecnocracia refuerzan el fenómeno del criptogobierno, o un sistema de hechos y acciones realizadas por las fuerzas políticas, en la sombra. Siendo invisibles, esas fuerzas son invulnerables y constituyen un poder dirigido a generar beneficios ilícitos de la acción del Estado. La separación del Estado de la sociedad, se ahonda gracias al predominio de estos poderes invisibles. (O)
