Decía el médico español de la generación de 1914, don Gregorio Marañón, que “El médico, incluso el muy dado a la lectura, incluso ese, hoy tan frecuente, que lee sin medida, que se interesa por las noticias de las últimas experiencias y sobre las últimas imaginaciones sobre cualquier capítulo de la patología, pasa de largo cuando el título de un artículo se refiere a los procesos cancerosos y peor si son metastásicos…”.
Con el desarrollo de la ciencia esta terrible enfermedad puede detectarse a tiempo y tener tratamiento curativo o alargar la vida. El mismo pensador madrileño que además fue historiador y político, también advertía de un cáncer social: la delincuencia. Hoy el país ha descubierto la espantosa enfermedad estructurada en los casos de Metástasis, Purga, Plaga… irradiado desde el gobierno a los órganos judicial, notarías, alcaldías, prefecturas, IESS…
Signos y síntomas ya insinuaban que en estas instituciones había irregularidades que trascendían llegando a la cancerogenicidad. Las coimas, coacciones, sobornos, chantajes, lubricaciones… daban al traste con las leyes, reglamentos, leyes…, mientras funcionarios recogían dinero a manos llenas, a veces con participación de jefes.
Pruebas al canto: ahora hasta espacios públicos se venden, a escondidas o en complicidad con los superiores. Hace poco se denunció sobre la venta de un “área remanente en desuso” (¡falso!) en la Calle de Retorno 2-223, entre la Av. Loja y Tungurahua, de 68.30 m2., que era de beneficio comunal. Ahora se trata de justificar que un técnico de planificación, sin consultar a los demás condueños y siendo él mismo, segundo y tercero en dar el visto bueno, cosa impedida por el sentido común y la Ley, ha dado carta blanca para la venta.
En respuesta a la demanda de los moradores de la calle cercenada, que no cuenta ni siquiera con espacio de retorno, una encargada de Planificación ha dado una información con argumentos arrobados de experta: “En este sentido vale indicar que el espacio que ha sido ocupado (construcción en zona patrimonial), en realidad por su ubicación no tenía uso por parte de sus colindantes (¡falso!), ya que los mismos poseen sus accesos principales hacia las calles Guayas (¡falso!)
¡Señor alcalde!: Si usted no investiga este caso, por cierto, no consumado en su administración, con claros visos de metástasis, negligencia y supina ignorancia que afecta al patrimonial cultural y al vecindario, se puede pensar en la existencia de coimadores y coimados, que tienen que rendir cuenta a usted y a la justicia. (O)
