“Día Mundial del Fútbol”

Hugo Lucero Luzuriaga

El 25 de mayo se celebra el “Día Mundial del Fútbol”, fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en referencia a que en este día se cumple el centenario del primer torneo internacional de fútbol en el que estuvieron representadas todas las regiones, celebrado en París en el contexto de los Jugos Olímpicos de Verano de 1924.  Como aficionados al fútbol, también lo celebramos y más cuando de por medio somos querendones del “Cuenquita” y del “Súper Guala”, sin embargo, debemos mencionar que este deporte actualmente como que está saliéndose de los conceptos de una actividad que pretende lograr la mente sana en cuerpo sano.

El futbol, siendo un deporte de “multitudes”, se está convirtiendo en un negocio mundial muy lucrativo que mueve grandes intereses y capitales, incluso se habla de empresas, empresarios y de mafias que erogan grandes cantidades en la compra y contratos de jugadores, siendo que muchos ganan más dinero que reyes y presidentes. Es tal la magnitud del negocio que es difícil controlar la corrupción, apenas se pudo descubrir el caso FIFA Gat con muchas ramificaciones, aterrizándose en el colmo de la compra de una sede para un campeonato mundial con petrodólares. La publicidad, ahora más que nunca, se inclina por el fútbol a sabiendas que genera millonarias ganancias, y las empresas de apuestas viven una época de bonanza.

Lo paradójico es la presencia de dirigentes que pretenden perennizarse en sus puestos a pesar (dicen) de que no perciben remuneración alguna, máximo el “honor” de ser “rogados” para entrevistas, terminando a que el fútbol sea la catapulta para lograr ser un político que llega como todólogo.

Estamos futbolizados, las 24 horas del día se pasa con programas deportivos repetitivos, el fútbol está distrayendo el tiempo que se necesita para producir en un mundo globalizado que sufre de: pobreza, falta de educación y de atención a la salud, desempleo e inseguridad, pero como que no importa porque: “comemos y hasta dormimos con el fútbol”. ¿Acaso circo para el pueblo…? (O)