Con la enmienda constitucional aprobada en la Asamblea, el veto presidencial se convertirá en un mero trámite.
Este 30 de mayo del 2024 el pleno de la Asamblea Nacional aprobó e inmediatamente fue publicada en el Registro Oficial la enmienda al artículo 138 de la Constitución, que establece que ahora el Legislativo solo requerirá de 70 votos para ratificar el texto de una ley que ha recibido un veto parcial del presidente de la República.
Previo a este cambio, el presidente de la República tenía la opción de vetar parcialmente una ley previamente aprobada en la Asamblea Nacional y los legisladores requerían de 92 votos para rechazar las observaciones del Ejecutivo y ratificarse en su texto inicial, con el cambio, ahora solo se requerirán 70 votos.
Para aprobar la reforma se unieron para la votación el correísmo, el Partido Social Cristiano (PSC) y Construye, dejando sola, oponiéndose al cambio, a la bancada oficialista de ADN.
La propuesta de enmienda constitucional fue presentada hace cuatro años por el exasambleísta Héctor Muñoz, quien ayer compareció ante el pleno de la Asamblea Nacional para defender su idea, como una medida para equilibrar el desbalance que existía entre el Ejecutivo y el Legislativo, tomando en cuenta que es en el parlamento donde se construyen las leyes.
“Era necesaria para la separación de poderes, para eliminar el desbalance en el ejercicio del poder entre el Ejecutivo y Legislativo, para que existan estos frenos y contrapesos en la creación de la normativa”, señaló Muñoz.
Leonardo Berrezueta, desde la Revolución Ciudadana, calificó al cambio como positivo, pues se generará un sistema de equilibrio de poderes adecuado, ya que en la Asamblea se han aprobado muchas leyes importantes que, lamentablemente, han sido bloqueadas por el veto presidencial.
Al ser un mecanismo de enmienda constitucional que fue previamente aprobado por la Corte Constitucional, lo aprobado por la Asamblea se publicó de forma inmediata en el Registro Oficial y pasó a ser parte de la Constitución, no necesita ser refrendado en las urnas, a través de un Referéndum.
Objeción al proyecto
Pese a que la enmienda constitucional se aprobó con 94 votos, dentro del pleno de la Asamblea Nacional se emitieron opiniones en contra de esta decisión, pues consideraban que el veto parcial del Ejecutivo se convertirá en un saludo a la bandera, ya que para rechazarlo se requiere de los votos mínimos.
Con esta visión concuerda Roger Celi, experto en Derecho Legislativo, quien cree que la modificación es positiva, porque reducirá el hiperpresidencialismo y equilibrará los poderes entre Ejecutivo y Legislativo, pero, en la práctica, ante una Asamblea de oposición, al presidente ya no le serviría para nada el veto parcial.
“Sería prácticamente un ir y venir del texto, porque con 70 votos se aprobaría y con 70 votos se rechazaría el veto y se ratificaría el texto inicial; terminaría siendo una pérdida de tiempo y el veto parcial perdería sentido”, puntualizó el experto, quien considera que la opción del presidente de la República, si se opone a una parte de la ley, será vetarla totalmente, lo que congela los proyectos de ley que muchas veces llevan años debatiéndose.
Para Adrián Castro (ADN) con el cambio se pasará del hiperpresidencialismo al hiperparlamentarismo, pues se tendrá una Asamblea con poderes extraordinarios, lo cual es un peligro, tomando en cuenta el nivel de sus decisiones.
“La Asamblea, cuando mete la pata, la mete bien metida. La verdadera enmienda que debió avanzar en la Comisión es la reducción del número de asambleístas, eso es lo que necesita el país, el próximo año vamos a tener 13 asambleístas más y sobre eso no se discute”, recalcó Castro.