El FMI exige en el acuerdo que Ecuador reduzca su déficit fiscal, sanee sus cuentas y garantice el pago de la deuda.
El Ecuador cerró un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la entrega de USD 4.000 millones, en el que el organismo, abiertamente ha señalado que a cambio las autoridades ecuatorianas se han comprometido a fortalecer la sostenibilidad fiscal, garantizar el pago de su deuda, salvaguardar la dolarización, reconstruir las reservas de liquidez, salvaguardar la estabilidad macroeconómica y financiera.
“Las autoridades se han comprometido a aplicar un ambicioso plan de consolidación fiscal, que contribuirá a mitigar las vulnerabilidades fiscales estructurales de Ecuador y a cimentar la sostenibilidad fiscal a mediano plazo”, resaltó el FMI en el comunicado con el que informó la aprobación del acuerdo por parte de su Directorio.
Para el economista Rodrigo Mendieta, docente de Economía de la Universidad de Cuenca, el fortalecimiento de la sostenibilidad fiscal, como también lo señala el FMI en el acuerdo firmado con Ecuador, solo se logrará equilibrando los ingresos y los gastos, es decir, buscar la forma de conseguir más dinero y gastar menos.
Para cumplir con la exigencia relacionada con el aumento de ingresos, el presidente Daniel Noboa ha logrado, en seis meses de Gobierno, la aprobación de cinco leyes económicas, entre las que destaca la Ley de Conflicto Armado, con la que subió el Impuesto al Valor Agregado (IVA) al 15%, el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) al 5% y creó aportes temporales de empresas y bancos.
Por la aplicación de estos impuestos, por los que el Gobierno espera recaudar USD 1.430 millones en el 2024, el FMI habría decidido desembolsar, de manera inmediata, USD 1.000 millones, del préstamo de USD 4.000 millones.
¿Se crearán más impuestos?
El economista Marco Flores no descarta que el Gobierno ejecute más ajustes impositivos, de otra forma será complicado que Ecuador cumpla el acuerdo con el FMI y sus exigencias: la reducción del déficit fiscal del Sector Público No Financiero (diferencia entre gastos e ingresos, sin incluir el petróleo), del 3,6% presupuestado al 2,0% del PIB.
Mendieta considera que, tomando en cuenta la crisis económica que enfrenta el país, el aumento de la violencia y el prácticamente nulo crecimiento que tendrá la economía en el 2024, no es momento de incrementar impuestos y el Gobierno deberá evaluar si cumple con el FMI o protege el bolsillo de los ecuatorianos, no hacer esto último podría desencadenar en un conflicto social.
Eliminación de los subsidios
A través de Roberto Luque, ministro de Energía (e), se conoció que el Gobierno descartó un proceso de focalización del subsidio de los combustibles y, en su lugar, se mantendrá el precio del diésel y del gas de uso doméstico, mientras que las gasolinas Extra y Ecopaís se ajustarán al mercado internacional, a cambio se entregará una compensación al sector del transporte.
Tanto para Mendieta, como para Flores, es obvio que con esta medida el Gobierno busca cumplir una de las exigencias del FMI, encaminada a aumentar los ingresos, actualmente el país gasta USD 600 millones en subsidiar las gasolinas.
Más deuda, un mal necesario
Otra de las opciones para que el Gobierno aumente sus ingresos es la obtención de deuda; tomando en cuenta el alto Riesgo País del Ecuador, le resulta imposible generar su propia deuda, por lo que, acudir al FMI y a otros organismos internacionales resulta “un mal necesario”, según señaló Rodrigo Mendieta.
Juan Carlos Vega, ministro de Economía y Finanzas, durante su comparecencia ante la Asamblea Nacional del 28 de mayo del 2024, informó que, gracias al acuerdo con el FMI, se espera que otros organismos internacionales le presten al país USD 8.000 millones adicionales, con lo que se solventaría el déficit de este año, aunque aumentaría el peso de la deuda para el país.
Para Marco Flores lo preocupante es que el Gobierno, como ocurre normalmente cuando se firma un acuerdo con el FMI, priorice el pago de la deuda antes que la atención social y la inversión pública, como ya lo ha venido haciendo.
“Como de costumbre, el nuevo acuerdo con el FMI para Ecuador prioriza el pago de la deuda pública, incluye límites y objetivos que difícilmente se cumplen o se cumplen parcialmente, con enorme sacrificio social”, puntualizó Flores.
