Carrera contra el tiempo por salvar a Coca Codo Sinclair

El fenómeno también afecta a otras obras, como los oleoductos.

La erosión regresiva del río Coca amenaza con llegar a la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair entre dos y cinco años. Foto: CELEC.

La erosión progresiva del río Coca amenaza con destruir la obra en un lapso de dos y cinco años.

Coca Codo Sinclair, la hidroeléctrica que al momento genera el 30% de la energía que se consume en el país, tiene una amenaza latente que debe ser atendida de forma urgente: la erosión regresiva del río Coca, la cual en los últimos cuatro años ha avanzado aceleradamente.

Desde el 2 de febrero del 2020, cuando inició el proceso de erosión regresiva del río Coca, con la desaparición de la cascada de San Rafael, la amenaza en contra de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que se ubicaba a 19 kilómetros, se volvió latente, pero en estos cuatro años poco se ha hecho para evitar que llegue a la obra que le costó al país más de USD 3.300 millones.

Según el estudio del Cuerpo de Ingenieros de la Armada de Estados Unidos (USACE, por sus siglas en inglés), la erosión ha avanzado rápidamente y para febrero del 2024 estaba a solo 7,3 kilómetros de la hidroeléctrica; se estima que llegará a las obras de captación en un tiempo estimado de dos a cinco años.

Roberto Luque, ministro de Energía (e), calificó a las obras para salvar a la hidroeléctrica como urgentes, se debe corregir el problema lo más pronto posible, para salvaguardar la producción del 30% de la energía que se genera en el país.

“La aplicación práctica de la conclusión del informe (del USACE) es que la situación es lo suficientemente urgente como para no dilatar un proceso que tengo que atacar, sabiendo la naturaleza del fenómeno, que se va a agravar con el tiempo”, señaló Luque, quien informó que las obras iniciales tendrán un costo de USD 17 millones.

¿Existe solución?

La obra más eficiente para frenar el avance de la erosión es la construcción de un dique seco, cuya adjudicación, antes de la llegada del actual Gobierno, estaba a punto de declararse desierta, pese a que se habían recibido ofertas de ocho empresas.

Según el ministro de Energía, hasta el momento no han podido determinar las razones por las que la adjudicación se iba a declarar desierta, sin embargo, rescatar este contrato se ha convertido en una prioridad para su gestión; actualmente existe un diseño trabajado por ingenieros de la empresa, en colaboración con personal del USACE, el cual entrará en licitación en máximo dos semanas.

Un problema anunciado

Alexandra Almeida, presidenta de Acción Ecológica, señaló que en el 2002, cuando se planificó la hidroeléctrica, se advirtió, con base a dos estudios de la Politécnica Nacional, que el sitio no era adecuado para la construcción de obras de gran envergadura, debido a su composición geológica.

“Es un sitio geológicamente inestable; además es zona volcánica, está a los pies del Reventador; por lo que también es zona sísmica; se advirtió que construir la obra podría traer efectos nefastos a las poblaciones y al ambiente. Pero pudo más la decisión económica y la presión de la empresa china”, recalcó Almeida.

Miles de fisuras

Según el informe de fiscalización que el exasambleísta Fernando Villavicencio (+) presentó a la Fiscalía en octubre del 2022, la central hidroeléctrica tenía en ese momento 17.499 fisuras (roturas) en la infraestructura del sistema de generación de la central, por lo que se recomendó no recibir la obra construida por la empresa china Sinohydro, mientras no se reparen los daños.

Debido a las fallas encontradas, actualmente la obra no ha sido recibida y se encuentra en etapa de recepción provisional, aunque, según Andrea Arrobo, exministra de Energía, quien visitó la hidroeléctrica en febrero pasado, se negociaba con Sinohydro para superar los problemas legales y estructurales, para procedes con su recepción.

Otras obras en peligro

La erosión regresiva del río Coca no solo ha puesto en peligro a Coca Codo Sinclair, por el sitio también pasan líneas de transmisión eléctrica, los oleoductos, varias vías, puentes y se encuentra la población de San Luis, esta última ha sido evacuada para salvaguardar la seguridad de los pobladores.

El 7 de abril del 2020, debido al fenómeno natural, se rompieron los tres oleoductos que tiene el país, arrojando, según Acción Ecológica, 15 mil barriles de combustible al río Coca; desde entonces se han construido variantes temporales y se planifica unas definitivas.

Para el ministro de Energía, lo más lógico es que todas las infraestructuras que pertenecen al Estado y deben ser reconstruidas lejos de la falla se trabajen de forma paralela, por ejemplo, se busca que el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) construya su variante definitiva junto con la carretera E-45, algo que no se había planificado antes.