Pablo Marín: «Marcar a Maradona fue mi única misión»

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Pablo Marín y Diego Maradona se enfrentaron en la Copa América de 1987. Diseño: Raúl Sacta

Pablo Marín fue nombrado mejor jugador del Azuay, en su época juvenil en varias ocasiones. Vistió los colores de Estrella Roja, Estudiantes, El Vado. Jugó fútbol profesional en Deportivo Cuenca y Liga de Quito. Su gran sueño fue estar en la selección del Ecuador y lo cumplió: marcó a Diego Armando Maradona en la Copa América de Argentina 1987.

Pablo Marín Luna, nació el 22 de agosto de 1965. Fue el último de nueve hermanos. Nunca conoció a su madre, ella falleció cuándo él nació. Siempre estuvo cobijado por sus hermanos mayores, a donde iban ellos, él también iba. Corría detrás de una pelota, claro, la pelota era de sus hermanos.

Estudió en la escuela Ezequiel Crespi. Pasó al colegio Benigno Malo, donde jugó todos los torneos intercolegiales. Formó parte de las selecciones del Azuay, donde empezó a brillar y fue nombrado como el mejor futbolista a finales de temporada.

Con 15 años, debutó en el Ascenso del Azuay, militó en Estrella Roja, El Vado, entre otros clubes. En 1985 pasó a probarse en el Deportivo Cuenca, pero no le alcanzó. A año seguido volvió a ser nombrado mejor futbolista de la provincia.

Fue llamado a formar parte del microciclo de la selección del Ecuador. Antes, cuatro meses, había debutado en primera división. El técnico de la Tricolor de ese entonces era, Luis Grimaldi, quien, según cuenta, le convocó a la selección con el único objetivo: marcar a Diego Armando Maradona en la Copa América del 87.

Previo a ese torneo, el equipo nacional realiza partidos amistosos, donde Marín, enfrenta a la Colombia de  Carlos Alberto ‘El Pipe’ Valderrama; a Uruguay de Hugo Sosa y Enzo Francescoli. La Tricolor hizo, además, una gira por Rusia y Estados Unidos.

El día soñado

Con esa antesala, Ecuador llegó a la Copa América de Argentina, donde la selección nacional integraba el grupo con la Albiceleste y Perú. El debut fue ante la selección sede, donde Pablo Marín tenía como única prioridad marcar a Maradona.

“El primer tiempo culminó con el marcador a cero, pero en el complemento, Caniggia nos hizo un gol y al ir perdiendo el técnico decide hacer cambios y me saca; después, Maradona hizo dos goles más, uno de penal y otro de tiro libre”, recuerda Pablo Marín.

Ecuador perdió el cotejo, desilusión total para el cuencano, sin embargo, y como la modalidad del certamen era que clasificaba uno por serie, algunos jugadores de argentina les visitaron para regalar camisetas y pedir que  no perdamos contra Perú. “Empatamos 2-2”, sonríe Marín.

Recuerda además que, previo a ese partido, Marín no pudo dormir. Pensaba en cómo evitar que Maradona agarre el balón y juegue. Además en aquella selección estaban Óscar Ruggeri, Batista, Caniggia y un sin número de figuras más.

Marín formó parte de la selección nacional desde el 86 al 88, donde jugó un total de 16 partido, incluido Copa América, Preolímpico, Juegos Panamericanos y Odesur.

Tras dejar la selección nacional, Marín vuelve al Deportivo Cuenca, donde juega algunos años. “El equipo estuvo en la Serie B, ascendimos a primera siendo campeones nacionales”, relata.

En la década de los 90, Marín milita, primero en el Expreso Austral y luego pasa a Liga de Quito, donde brilló. Su retiro de las canchas se da en 1998, pues sufrió de varias lesiones; tuvo operaciones de rodilla, meniscos, tendón, rotula…

Luego del fútbol

Si bien, Marín dejó de ser futbolista profesional, él nunca dejó las canchas. Se empezó a formar como entrenador. Fue profesor de varios equipos de Ascenso. Además crea la academia de fútbol AIDEM.

Marín, también hizo una pausa a las canchas y se vinculó en la dirigencia deportiva. Fue Coordinador Zonal del Ministerio del Deporte, miembro de la asociación de entrenadores. Ha trabajado en proyectos deportivos con la Prefectura del Azuay, la alcaldía de Nabón, entre otras instituciones.

En 2015, Marín se convierte en Asistente Técnico de Alex Aguinaga, en el Deportivo Cuenca y a año seguido dirige a Liga de Quito. En la actualidad, Pablo Marín posee un centro de entrenamientos personalizados, tiene carné de entrenador profesional. (D)