¿Qué es el asco?

Vale decirlo. De las cosas que dan asco, la politiquería es una de ellas. Politiquear es tratar lo político con superficialidad y ligereza. En esa medida el tiktok político, apesta. No solo eso, la ligereza y la superficialidad teórica e ideológica parecen condiciones estructurales de la politiquería actual, junto al melodrama patético que saboriza el diario enlatado massmediático que habría hecho palidecer al propio Piero Manzoni. Hablo de politiquería y no de política, guardando no solo las formas sino respetando los conceptos: este es un artículo político. La denuncia de la politiquería como degradación de la vida pública, también nos afecta a los ciudadanos que no solo debemos soportar la podredumbre cotidiana, sino ver cómo se esfuma la democracia, y con ella los derechos, la identidad y hasta la propia condición ciudadana. Se esfuma hasta la memoria. El asco, por lo menos nos recuerda nuestra aversión racional a lo truculento, a lo injusto, a lo absurdo. Pero la politiquería como mecanismo de gestión de lo público desde perspectivas privadas, a más de fabricar el consenso, también tiene la función de hacer olvidar. En psicología hay un término técnico, la escotomización, es decir un mecanismo de ceguera inconsciente mediante el cual se hacen desaparecer los hechos desagradables de la memoria, es decir que no solo se omite la historia, sino que se produce una conciencia inconsciente e incapaz de rechazar la porquería de la politiquería y de retornar a los principios, los valores y las razones de la política, que tiene que ver con la búsqueda del bien común.(O)

DZM

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social con experiencia en coberturas periodísticas, elaboración de suplementos y materiales comunicacionales impresos. Fue directora de diario La Tarde y es editora.

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