200.000 dólares se pagó para asesinar a Fernando Villavicencio

Empezó el juicio para procesar a cinco involucrados en el asesinato de Fernando Villavicencio.

25 de junio del 2024, se instaló la audiencia para juzgar a cinco procesados por el asesinato de Fernando Villavicencio.

Después de que la audiencia preparatoria de juicio se difirió en tres ocasiones, que la de juicio se logró al cuarto señalamiento y han pasado casi 11 meses desde el crimen, finalmente este 26 de junio del 2023 inició el enjuiciamiento a los cinco procesados por el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, ocurrido el 9 de agosto del 2023.

En la diligencia, la fiscal del caso, Ana Hidalgo, difundió un audio del testigo protegido A.M.J.P., en el cual se señaló que, por el asesinato del político se pagó 200 mil dólares y que el hecho fue ordenado por “el Gobierno de Rafael Correa”.

A.M.J.P. se negó a participar en el crimen, precisamente porque, al tratarse de un político el caso iba a ser investigado con mayor rigurosidad, pero como su pareja sentimental, Laura C., sí estuvo involucrada, después del asesinato siguió accediendo a información de lo sucedido.

Es así como, en una conversación con otro de los involucrados, José Montaño, alias ‘El Cura’ (uno de los sicarios asesinados en la Cárcel de El Inca), mantenida cuatro días después del asesinato, A.M.J.P. se enteró del monto que se pagó por matar a Villavicencio.

“Me dijo ñaño, ni sabes lo que pasó; el dueño del taxi me está buscando, porque quiere entregarme a la Policía. Ahora te cuento la última, esa cabeza valía 200 mil, el Gobierno de Rafael Correa le mandó a hacer”, relató el testigo.

El testigo protegido de la Fiscalía además relató como su pareja, Laura C. intentó obligarlo a participar en el asesinato y cómo ella estuvo a cargo, tal como lo señala la Fiscalía, de toda la logística del crimen y, sobre todo, de recibir y atender a los gatilleros que llegaron de Colombia.

Además de los 200 mil dólares, a los que participaron del crimen de Fernando Villavicencio se les ofreció la ayuda para salir libres, si eran apresados, de forma inmediata; ganarían «el derecho a medio Quito«, para comercializar droga y generar delitos; y, sobre todo, evitarían que el candidato llegue a la Presidencia de la República, desde donde aumentaría las penas.

Papel de cada procesado

En su alegato de apertura, la fiscal del caso señaló que, durante la audiencia de juicio, que se espera que dure varios días, pues intervendrán más de 220 peritos y testigos, probará que Carlos Edwin L. A., alias Invisible, fue el autor mediato del crimen y que lo ordenó desde la cárcel de Cotopaxi, donde cumple sentencia por otro caso.

Como prueba de la acusación contra el ‘Invisible’, quien es el cabecilla de la banda Los Lobos, está la información del celular del gatillero que perdió la vida después de haber cometido el crimen, a lo que se suman otros elementos de convicción, según explicó la fiscal.

Laura Dayanara C. V. fue acusada como coautora, es líder de una de las facciones de “Los Lobos” y según la Fiscalía participó en la planificación del atentado y se encargó de la logística: proporcionó al grupo de sicarios vehículos, dinero, armas, camisetas del partido de la víctima y gorras.

Por su parte, Érick Marcelo R. P., Víctor Alfonso F. y Alexandra Elízabeth Ch. F. fueron acusados como cómplices y desempeñaron distintos papeles en la ejecución del crimen, desde ser parte de la organización de la logística, hasta permanecer en el interior del coliseo e informar el momento exacto en que Villavicencio abandonó el lugar.

Ocho gatilleros fueron asesinados

El 7 de octubre del 2023, después de tres meses del asesinato del Fernando Villavicencio, los siete gatilleros que participaron en el crimen fueron también asesinados en las cárceles en las que se encontraban detenidos.

Seis de los procesados fueron asesinados en la Penitenciaría del Litoral, mientras que, a José Montaño, alias ‘El Cura’, lo mataron en la Cárcel de El Inca, las autoridades no especificaron la forma en que se ejecutaron estos crímenes, extraoficialmente se conoció que aparecieron ahorcados.

A los siete muertos posteriores se sumó Johan Castillo, de procedencia colombiana, al igual que el resto de los gatilleros asesinados; fue quien disparó en contra de Villavicencio y, en medio de su huida fue alcanzado por las balas de los policías, murió en su camino a la Unidad de Flagrancia.