Miles de personas tiñeron ayer con los colores del arcoíris la capital chilena en la marcha del Orgullo, una concentración que coincidió con el 25° aniversario de la despenalización en el país de la homosexualidad y en la que se pidió, entre otras demandas, mejorar las leyes antidiscriminación.
«En los últimos 25 años, Chile ha avanzando: en 2024 contamos con 18 leyes que protegen a las personas LGBTIQ+ y políticas públicas en Salud, Educación y Trabajo. Sin embargo, en los últimos años se han exacerbado la violencia y los discursos de odio. Vivimos momentos complejos», dijo la vocera del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Javiera Zúñiga.
Con banderas arcoíris, pancartas reivindicativas y en un ambiente festivo y familiar, la marcha partió de la mítica Plaza Italia, en el corazón de Santiago, y congregó a 120.000 personas, según Movilh, una de sus organizadores.
«Hay que visibilizarnos mucho más aún para demostrar a la gente que somos humanos, que merecemos respeto, que merecemos igualdad, y ante todo, necesitamos apoyo y amor para que todos nosotros seamos felices igual», aseguró a Yasmín Lagaleña, una de las asistentes a la marcha. (EFE)(I)