Los ecuatorianos redujeron su llegada a las fronteras estadounidenses, por temor a la deportación.
Las cifras de mayo de 2024 de la Oficina de Protección Fronteriza de Estados Unidos (EE. UU.) pusieron en evidencia que, tras conocerse la medida restrictiva a las solicitudes de asilo, impuesta por el Gobierno de Joe Biden, la deportación de ecuatorianos se redujo en un 30%.
La comparación se hace entre el mes de abril del 2024, cuando 16.116 ecuatorianos fueron deportados desde Estados Unidos, mientras que, en mayo del 2024 el número de connacionales detenidos, deportados o expulsados bajó a 10.747.
Para William Murillo, director de la fundación 1-800 Migrante, esta reducción es el resultado de la medida restrictiva a las solicitudes de asilo, recurso del que los ecuatorianos se habían beneficiado en los últimos años para ingresar a este país, argumentando la situación de violencia e inseguridad que se vive en Ecuador.
“En junio, cuando la medida será total, seguramente bajarán aún más las deportaciones, porque los ecuatorianos se están absteniendo de llegar a las fronteras, por temor a la deportación, se espera que la reducción dure por lo menos unos seis meses más”, afirmó Murillo.
Hasta antes de la medida del Gobierno estadounidense, el número de deportaciones de ecuatorianos se mantenía al alta, entre enero y abril del 2024 la cifra pasó de 7.899 a 16.116, por lo que una reducción es inusual.
En lo que va del año fiscal de Estados Unidos, que inició octubre del 2023, se ha deportado de este país a 105.794 ecuatorianos; entre octubre del 2022 y septiembre del 2023 se expulsó a 117.487 compatriotas.
El resultado será temporal
Aunque efectivamente la restricción al asilo ha logrado reducir el número de ecuatorianos que llegan a la frontera estadounidense, una medida de este tipo por lo general produce un efecto a corto y mediano plazo, luego la gente busca formas de llegar a su destino.
“Las medidas restrictivas funcionan en un plazo inmediato, hasta que los coyoteros busquen nuevas rutas y se informen sobre cómo están operando las autoridades, seguramente los coyoteros van a retomar las viejas rutas, en las que cruzaban fronteras, ríos y desiertos, en las que los migrantes corrían más riesgos”, señaló Murillo.
Una situación como la actual se vivió a finales del 2021, cuando en septiembre de ese año México decidió retomar el requisito de visado para los ecuatorianos, la cantidad de ecuatorianos deportados se redujo en un 75%.
Mientras en 2021 Estados Unidos registró 97 mil deportaciones de ecuatorianos; en el 2022, tras el pedido de visa por parte de México, este número descendió por debajo de los 25 mil, lo que demuestra un número mucho menor de ecuatorianos que llegaban a la frontera estadounidense.
Sin embargo, en 2023, una vez que los coyoteros establecieron nuevas rutas, como acertadamente lo señaló Murillo, la cifra de deportados provenientes de Ecuador se disparó y llegó a 117.000 personas devueltas.
Actualmente, los ecuatorianos se movilizan a través del continente de forma terrestre, en la mayoría de los casos; también utilizan viajes a El Salvador, Guatemala y Panamá, para desde estos países empezar su travesía hasta llegar a Estados Unidos.
“Mientras la pobreza, la inseguridad, la falta de oportunidades y la escasez de empleo persistan en Ecuador, la gente no va a dejar de migrar; cuando se imponen medidas restrictivas, las personas se detienen, lo piensan mejor, pero al final la necesidad les obliga y terminan yéndose”, afirmó William Murillo.
¿En qué consiste la medida?
Las autoridades estadounidenses, desde el 4 de junio pasado, pusieron límite al número de detenciones permitidas diariamente, lo que quiere decir que, si sobrepasan las 2.500 se activa la orden ejecutiva que vuelve más estricto el estándar mediante el cual se miden las solicitudes de asilo.
Con esto, quienes crucen las fronteras de forma irregular no podrán solicitar asilo; además, solo pueden acceder a una entrevista con el funcionario de asilo si logran probar un temor real a volver a su país.
Junto con esta medida restrictiva, el Gobierno de Biden aprobó un alivio migratorio para legalizar a unos 500 mil migrantes, de los 14 millones de extranjeros que se estima se encuentran en situación irregular en este país; la acción beneficiará a los casados con ciudadanos estadounidenses y a sus hijos menores de 21 años.
