¿Cuáles son las vías más peligrosas del Ecuador?

Los transportistas han anunciado la paralización de sus motores el 16 y 17 de julio del 2024 para exigir más seguridad en las vías.

Los transportistas exigen mayor presencia de militares y policías para combatir la inseguridad en las vías. API / Ariel OCHOA

10 vías han sido catalogadas como las más peligrosas del país, según la información que maneja la Federación Nacional de Transporte Público de Pasajeros del Ecuador (Fenacotip).

En estas carreteras, desde enero hasta julio del 2024 se han registrado más de 240 casos de secuestro, robos y asesinatos de transportistas y ayudantes.

Abel Gómez, gerente de la Fenacotip, describió que estas vías peligrosas son: Cuenca – Guayaquil; Quito – Santo Domingo de los Tsáchilas; Quevedo – Guayaquil; Guayaquil – Naranjal; Machala – Huaquillas; Guayaquil – El Triunfo; Santo Domingo – Esmeraldas; Manabí – Santo Domingo; Guayas – Manabí; y la ruta del Spondylus.

Gómez explicó que los mecanismos que emplean las bandas delincuenciales se vuelven cada vez más violentos, mientras antes se abordaba las unidades en paradas, ahora se las intercepta con camionetas y, si el conductor se niega a detenerse es disparado a quemarropa.

Esto es lo que precisamente lo que le ocurrió a un transportista interprovincial que circulaba por la vía El Triunfo – Bucay. En videos que circularon de redes sociales y que causaron conmoción se aprecian los disparos que recibió el automotor en el parabrisas y las heridas del chofer, el que se vio obligado a parar y permitir que los antisociales le asalten a él y a los pasajeros.

“Por todo lo que está ocurriendo, por lo peligrosas que se han vuelto las vías, el ciudadano ya no quiere viajar y los transportistas no estamos cumpliendo con lo que nos corresponde, por temor, porque nos interceptan con camionetas, con personas armadas que disparan a matar al chofer para que detenga la unidad, eso no se ha visto nunca en el país”, recalcó Abel Gómez.

Acciones de hecho contra la inseguridad en las vías

Precisamente para exigir acciones en contra de la inseguridad en las vías, el martes 16 y miércoles 17 de julio del 2024 los buses interprovinciales dejarán de circular, en lo que denominaron un “silencio de motores”.

Miguel Bonilla, presidente de la Fenacotip, informó que el “silencio de motores” busca que el Gobierno les presente un plan de seguridad “serio”, con el que se les garantice su vida y la de los usuarios.

Después de que se dieron opiniones contradictorias entre dos gremios de transportistas sobre la paralización, finalmente se confirmó que martes y miércoles no circularán el transporte intra e interprovincial.

Napoleón Cabrera, presidente de la Federación de Transporte Liviano, Mixto y Mediano del Ecuador (Fenacotrali), que inicialmente desmintió a los directivos de la Fenacotip, que anunciaron un silencio de motores para estos dos días; finalmente confirmó la paralización de este servicio.

“Habrá silencio de motores, no saldrán a laborar, porque no hay seguridades. No habrá interrupción de vías, ni actos conflictivos en las carreteras del país”, informó Cabrera.

Los reclamos de los transportistas no son nuevos, ni están direccionados contra este Gobierno, los dirigentes coinciden en que sus quejas se han presentado desde el Régimen de Lenín Moreno, sin que se les dé una respuesta.

El problema de las «vacunas»

A los asaltos que sufren en las vías, los transportistas suman otro problema, las extorsiones, conocidas como «vacunas», de las que también son víctimas, al igual que la mayoría de los negocios en el país.

Según Abel Gómez, de la Fenacotip, la exigencia de los delincuentes se hace de forma mensual o diaria, se la aplica directamente a las cooperativas de transportes que, por cada unidad deben cancelar entre 300 y 500 dólares al mes.

Adicionalmente, también se han registrado secuestros de las unidades, incluidos los choferes, para devolverlas se ha llegado a solicitar hasta 100 mil dólares; si no se los cancela, no devuelve ni la unidad, ni al conductor.

Estos casos, según Gómez, han sido denunciados, sin que las autoridades ejecuten acciones efectivas; aunque resalta los operativos de los últimos días, señala que son insuficientes, sobre todo, porque son temporales. (I)