Una guía saludable para iniciar bien el año escolar

Chequeos médicos y una correcta higiene y alimentación son fundamentales para garantizar un adecuado rendimiento académico.

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Ariel Quizhpe, galeno de Medicenter Salud Integral, atiende a Nikolas Solís para que regrese a clases sin ningún contratiempo en su salud. XCA

“Los niños corren el riesgo de enfermarse cuando vuelvan a clases. Ya me pasó el año anterior con mis hijas que se contagiaron de gripe por varias ocasiones”. Esto es lo que Daniela Rivera, madre de dos niñas de 7 y 9 años, quiere evitar con algunas medidas preventivas para el período escolar.

Por ejemplo, para fortalecer el sistema inmune ella les prepara jugo de naranja caliente para el desayuno y también adquirió un gotero de vitamina “C”, cuyo contenido lo mezcla con el jugo que les da en el almuerzo. Además, habla constantemente con sus niñas sobre la importancia del lavado de manos.

En el período escolar deben tener cuidado

Espera que las docentes de la escuela mantengan los cuidados debidos con los estudiantes para evitar la proliferación del virus. Inclusive, está dispuesta a aportar para que en el aula se cuente con alcohol, desinfectantes y más insumos de limpieza.

Para Ángela Pesántez, pediatra-neumóloga en el hospital Monte Sinaí, estas y otras medidas son necesarias porque enfermedades respiratorias y gastrointestinales causadas por virus y bacterias son las más frecuentes con el retorno a clases.

“Los pequeños se enferman generalmente de cinco a ocho veces al año, pero cuando ingresan a centros educativos este número puede duplicar o triplicarse”, dice la especialista a El Mercurio.

Padres de familia tienen una guía

Los padres de familia deben llevar a sus hijos al médico para que les practiquen un chequeo integral con el fin de conocer su estado de salud y nutricional. Pesántez asegura que los niños con desnutrición sobrepeso u obesidad son propensos a estas enfermedades.

Asimismo, las medidas de higiene que se aplicaron durante la pandemia de la COVID 19 hay que mantenerlas. Recalca que el lavado de manos es lo más efectivo con la que se reducen las posibilidades de contagios.

Y, se refirió a una buena alimentación con un equilibrio de macronutrientes, proteínas y vitaminas.

Una guía en nutrición

Paula Toledo, nutricionista-dietista del centro médico Medicenter Salud Integral, cree que los niños necesitan de una dieta balanceada que les ayude a un buen rendimiento.

Los alimentos deben contener: proteínas, carbohidratos y grasas saludables. En el desayuno sugiere consumir: leche, queso, huevos, cereales, pan integral, plátano maduro, oca, papa, quinua, aguacate, nueces, almendras, entre otros.

Para el almuerzo es importante: pollo, pescado, granos, verduras, entre otras variedades de alimentos. Y, en la merienda es preferible una comida liviana.

Toledo aconseja que los niños, por su desarrollo continuo, necesitan alimentarse cinco veces al día por lo que se incluyen refrigerios a media mañana y por la tarde. En esos horarios es preferible cualquier tipo de frutas y cereales. -(I)

Examen visual es necesario

El examen visual es necesario previo a que los niños retornen a clases. Las pruebas detectan problemas que podrían afectar su rendimiento escolar.

Cristian Ortiz, propietario de Óptica Humanitaria Ortiz, dijo que las escuelas piden certificados visuales porque así los maestros pueden trabajar adecuadamente con estudiantes con déficit de atención.

“Los padres a veces desconocen si a sus hijos les falta la vista. En los certificados se recomienda, según el caso, que ocupen los pupitres más cercanos a las pizarras”, comentó a El Mercurio.

Los niños, incluso los bebés, ya sufren de inconvenientes en la vista por lo que recomendó que se les realice un examen para tomar los correctivos a tiempo. (I)

DETALLES

6 años de edad o menos es la edad en que los niños tienen mayor riesgo de adquirir enfermedades porque no está desarrollado totalmente su sistema inmune.

Según Ángela Pesántez, pediatra-neumóloga, un 70 % de los niños menores de seis años sufren de males respiratorios por virus; y, un 30 %, por bacterias.

Los niños que estén enfermos preferiblemente deben recibir descanso médico para evitar que contagian a sus compañeros de aula.

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