Obstetras: aliados de las mujeres en el embarazo y el parto

Las personas desconocen la importancia de contar con obstetrices y obstetras, para atender a las mujeres durante el embarazo y el parto.

Una pareja canadiense decidió tener el parto en casa y en agua. El proceso estuvo bajo supervisión de Elbia Martínez, obstetriz. Cortesía

En el Ecuador y principalmente en Azuay, el 90% de partos se realizan mediante cesárea frente a los nacimientos naturales, según Elbia Martínez, vicepresidenta de la Asociación Profesional de Obstetrices y Obstetras del Azuay (ASPOA).

A decir de la profesional, esto se debe a que las madres tienen miedo al alumbramiento natural, pues no saben que una obstetra es la profesional preparado para ello.

¿Pero qué hacen estos especialistas? Son médicos capacitados para atender el área de la salud sexual y reproductiva de las mujeres.

“Nuestro trabajo comienza desde la atención de la salud a la adolescente, la mujer embarazada, salud ginecológica, atención de la menopausia y climaterio…”, aseveró Martínez.  

Carencia de oferta laboral

La falta de ofertas laborales para los obstetras es uno de sus principales inconvenientes para su labor, indicó Elbia Martínez.

“Apenas una mujer se siente embarazada, acude al ginecólogo…”, dijo.

La vicepresidenta de la ASPOA explicó que cuando una mujer planifica embarazarse lo primero que debe hacer es buscar asesoría profesional para que determine factores de riesgo, los identifique y de ser necesario, la paciente cambie el estilo de vida para tener un estado de gestación saludable.

Luego, se elabora una historia clínica completa para valorar todos los factores de riesgo. Se hacen exámenes y se suministran vitaminas durante tres meses hasta que la mujer se embarace.

Posteriormente, se realizarán los controles prenatales mensuales por nueve meses y, si en el transcurso de este tiempo se detectan alteraciones, se coordina la atención con el ginecólogo o si se necesita la ayuda de otro profesional, por ejemplo, un nutricionista, se hacen interconsultas.

El tratamiento incluye un curso de preparación prenatal con capacitación y ejercicios.

Informarse es lo principal

Érika Parra, una madre de 32 años de edad, contó que cuando se embarazó acudió al ginecólogo, no obstante, empezó a investigar sobre el parto humanizado y dio con Elbia Martínez.

Parra continúo asistiendo al ginecólogo hasta las 36 semanas de embarazo, pero se dio cuenta que el médico quería que su bebé nazca por cesaría, así que optó por un alumbramiento natural.

“Para mí fue maravilloso atenderme con una obstetra, ya que uno realiza un plan de parto, conoce cómo es el proceso y con mi esposo siempre íbamos a los controles”, mencionó la mujer.

Gracias al asesoramiento, con su esposo decidieron dar a luz en casa y en agua, lo que fue muy hermoso, ya que más que estar acompañada de una doctora, sintió como si la especialista fuera su madre.

Actualmente, el hijo de Érika Parra tiene dos años, es un niño tranquilo y no ha presentado inconvenientes de salud, por lo cual, recomendó a las futuras mamás informarse sobre el parto humanizado, que considera bueno tanto para la madre como para el niño.

Y es precisamente la falta de información, la que ha llevado a que la Asociación Profesional de Obstetrices y Obstetras del Azuay (ASPOA) planifique una campaña de salud, prevista para el próximo noviembre, informó Elbia Martínez, vicepresidenta.

La ASPOA tiene la misión de proporcionar una atención enfocada en la salud y bienestar integral de las mujeres en todas las etapas de su vida reproductiva.