“Varias cabezas piensan más que una” Un ejemplo de ética y trabajo en equipo
El jueves 15 de agosto aproximadamente a las 2:45 de la tarde mi hija me pidió que la acompañe a comprar un cuaderno. Podríamos haber ido a la tienda de la esquina; sin embargo, como quien nos paseábamos, decidimos ir al mall de la autopista.
Llegando a la altura de los 3 puentes de la Solano, con el tráfico estancado y la queja por la demora, decido verificar sacando la cabeza por la ventana: “es un accidente” le digo, sin poder creer, continúo: “y es una casaca blanca idéntica a la del daddy, nos pareció una locura.
Aún incrédula salgo del auto y corro desesperada al redondel; el hombre atropellado y caído de la moto que gritaba de dolor: “I can’t breath”, era efectivamente mi amado esposo Ed.
El accidente había sucedido unos minutos antes y el universo nos puso en el lugar y en el momento preciso para cuidarlo y asistirlo con la traducción, mientras la ambulancia llegaba para llevarlo a la emergencia más cercana.
Llegamos al sitio a las 3:30 pm, lo atendieron e internaron para una cirugía de drenaje con un diagnóstico de Heumonemotórax pulmonar por causa de 7 costillas fracturadas.
En cuatro días salió de alta, pero un dolor punzante; aparentemente normal, seguía torturándole.
Algo no estaba “normal”.
Consciente de que varias cabezas piensan más que una, envío los resultados a doctores en Alemania y Estados Unidos, alarmados por estos informes nos direccionaron con urgencia a un traumatólogo y éste; obviamente, al especialista de tórax.
Tenía además de tórax inestable, costillas incrustadas en pulmón y tórax con infección en progreso.
Hoy, quiero agradecer al Dr. Marco Aguirre Vintimilla, especialista de tórax por su acción oportuna, quien acudió bajo nuestra suplica, a la emergencia de otro centro médico y con un equipo de especialistas hacer una cirugía de emergencia, salvar su vida y así honrar el espíritu verdadero del juramento de Hipócrates. (O)
