Los canillitas madrugaron ayer más que otros días para recibir el periódico. Lo vendieron todo hasta antes del mediodía porque con sus familias tenían una invitación especial. En las instalaciones de El Mercurio los esperaban los directivos, periodistas y administrativos para agasajarlos por la Navidad.
Llegaron y se ubicaron en los graderíos de la cancha del Diario. Mientras tanto, el personal que organizó el acto ponía todo a punto para que nada falle, todos se pasen una tarde amena y se olviden por unos instantes de las labores cotidianas.
El escenario fue el centro de la cancha donde una carpa azul protegía de los fuertes rayos del sol a los maestros de ceremonias, entre ellos, al payasito “Pirulín”. Precisamente, “Pirulín”, quien lució un traje rojo bastante vistoso con puntos amarillos, fue el que más interactuó con los canillitas por sus juegos, chistes y bromas que fueron del agrado de todos.
Decía que ya son algunas ocasiones que participa de este agasajo por lo que siempre innova en sus ocurrencias. Se prepara con antelación para hacer, lo que mejor sabe, sacar una sonrisa a las personas.
Historias de canillitas
Rosa Carchipulla era una de las canillitas que no paraba de reír cuando escuchaba y veía lo que hacía el payasito. Ella, de 81 años, recordó que desde hace más de cuatro décadas vende El Mercurio, especialmente en el hospital regional Vicente Corral Moscoso con lo que ha podido ganar su sustento diario.
Es muy agradecida con Dios por su vida, aunque, no ha sido nada fácil porque por su edad ya no tiene las mismas fuerzas. Sin embargo, espera seguir vendiendo el Diario por algunos años más.
En la ciudad existen por lo menos 60 canillitas que se ubican en el Centro Histórico, en la periferie y hasta en las parroquias rurales. Son de diferentes edades, pero todos comparten el mismo cariño por lo que hacen.
María Chacha, de 83 años, llegó al homenaje con sus hijas y nietos que también venden el periódico. María comentaba que ya son 60 años que realiza este trabajo en el sector del mercado 3 de Noviembre.
Todos los vecinos de la zona la conocen, tiene clientes que solo le compran a ella el periódico por su carisma y simpatía. Le gusta mucho su oficio, pasa distraída, además que se entera de todo lo que pasa en la ciudad, la región y el mundo cuando lee las noticias para promocionarlas a los lectores.
En la celebración hubo un espacio para que los hijos y nietos de los canillitas también disfruten. Concursaron en varios juegos, bailes y otras sorpresas en los que obtuvieron premios por su participación.
Tradición es el homenaje que realiza El Mercurio
Los agasajos navideños a los canillitas de El Mercurio se realizan por más de 40 años como una forma de agradecer por su trabajo. Los directivos han priorizado este evento ante cualquier circunstancia.
Xavier Merchán, gerente general de El Mercurio, se refirió a esto para reconocer el trabajo de los canillitas que laboran los 365 días del año, se levantan temprano para recibir el periódico a las 05:00 e iniciar con las ventas.
Igualmente, resaltó la trayectoria de muchos de ellos que llevan más de 40 años en este oficio siendo parte de la historia del centenario del Diario.
De esta manera, El Mercurio le dio las gracias a sus colaboradores en una de las fechas más importantes donde reina la paz y la unidad. La intención es seguir con esto por muchos años más. -(I)
DETALLES
60 canillitas aproximadamente venden el periódico por las calles de Cuenca. Lo hacen por varios años.
El agasajo se efectuó pasado el mediodía de ayer en las instalaciones de Diario El Mercurio. El evento duró por alrededor de tres horas.
El Mercurio tiene esta tradición de realizar este evento previo a la celebración de la Navidad. Así se agradece por el trabajo de los colaboradores.
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