El pueblo cuencano vive cada año con gran fervor el pase del niño el 24 de diciembre. ¿De dónde surge esta costumbre de fe? De la época colonial y se trata de una procesión donde los devotos y devotas cargan en sus brazos al niño Jesús, acompañado de su madre la virgen María y su padre San José.
El significado de un pueblo religioso trasciende a una costumbre cultural y social que identifica al pueblo cuencano, como una sociedad de valores y principios, de familia, de fe y de amor. Porque más allá de la fe, esta celebración refuerza los lazos comunitarios de un pueblo que se caracteriza por su identidad propia.
De la religión a una profunda vivencia de espiritualidad, los cuencanos y cuencanas celebran cada año esta tradición, como un testimonio de devoción y de gratitud alrededor del niño Jesús, que nace cada año en diciembre.
Cuenca, Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1999, reconocido por la UNESCO, destaca entre sus características, el Pase del Niño Viajero, cada 24 de diciembre. Una característica más, que convierte a esta ciudad privilegiada, orgullosa de sus tradiciones, a nivel nacional e internacional. (O)
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