
El Gobierno de Ecuador aseguró este viernes 14 de febrero que el asesinato de un teniente coronel de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, a manos de sicarios prueba que el país «está en estado de guerra» contra el crimen organizado, frente al que el presidente, Daniel Noboa, declaró el «conflicto armado interno» desde inicios de 2024.
El militar, identificado como Porfirio Cedeño, fue asesinado en las cercanías a la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más grande, poblada y peligrosa del país y una de las que Noboa militarizó en los sucesivos estados de excepción que ha decretado en el último año, ya que prisiones como esta estaban dominadas por las bandas criminales.
Cedeño fue interceptado en su automóvil por sicarios que lo acribillaron a tiros cuando se dirigía desde Guayaquil a Manta para participar en una ceremonia militar por el trigésimo aniversario de la victoria aérea en la Guerra del Cenepa (1995), que enfrentó a Ecuador y Perú.
En ese sentido, el ministro de Defensa Nacional, Gian Carlo Loffredo, aseguró que ahora el enemigo de Ecuador no es el vecino país de Perú sino el narcotráfico y la inseguridad. «Hagamos que a este doloroso minuto de silencio de hoy, le siga un grito de guerra», dijo Loffredo durante su discurso en la ceremonia militar.
Estado de excepción
El Gobierno ecuatoriano también afirmó que el atentado de este viernes prueba la necesidad de mantener el último estado de excepción decretado por Noboa, que abarca siete de las veinticuatro provincias del país, así como la capital, Quito, y el cantón Camilo Ponce Enríquez, una zona minera en la provincia de Azuay.
El asesinato del teniente coronel Cedeño se suma a otro ocurrido el pasado miércoles en el que fue asesinado René Zamora, teniente político del cantón Olmedo, en Manabí.
Estos episodios se suman a la ola de atentados a alcaldes, funcionarios municipales, fiscales y funcionarios de prisiones que se le atribuye al crimen organizado, causante de la escalada de violencia criminal que llevó a que Ecuador registrara en 2023 la tasa más alta de homicidios de Latinoamérica.
En medio de la crisis de inseguridad, el jueves una niña de 2 años fue asesinada junto a un adulto en un ataque armado ocurrido en el sur de Ecuador, donde también resultó herida una mujer, mientras que un bebé de 11 meses también corrió la misma suerte en otro ataque en la costera provincia de Manabí. (I)