Clasismo abre debate entre los cuencanos

Dos sociólogos analizan esta situación. Advierten que división puede derivar en actos de racismo y discriminación.

El clasismo puede rayar en racismo y discriminación. Esa es una de las conclusiones a la que llegaron sociólogos locales ante los cuestionamientos de qué Cuenca es o no una ciudad clasista.

Todo este debate surgió hace un par de semanas, cuando se publicó un video en redes sociales sobre la experiencia de una creadora de contenido en un restaurante de la ciudad por la mala atención que recibió de parte del personal. Aparecieron interrogantes de que sí fue por su apariencia, vestimenta, y otros factores.

El tema trascendió a nivel nacional, muchas personas se refirieron al respecto. Inclusive, crearon nuevo contenido para redes sociales a partir de lo sucedido.

Significado de clasismo

Para el sociólogo, Marco Salamea, el clasismo es una forma de pensar que considera que unas personas son superiores a otras por sus rasgos y características socioeconómicas. De allí, parte la estratificación de la sociedad en clase alta, media y baja que, según el catedrático, es una realidad debido a que existen grupos sociales que se diferencian de otros por su nivel de ingresos, riquezas, de educación, el lugar de procedencia, entre otros parámetros.

Lo malo de esto, es cuando las personas que se ubican en el extracto superior dan un trato diferente a quienes están en un rango inferior por poseer otras características socioeconómicas, lo que se convierte en un maltrato físico y psicológico. “El clasismo puede derivarse en racismo por la desinformación de las personas de que existen diferencias obvias y naturales que se deben respetar…”, señaló Salamea.

Cree que en Cuenca existen características de comportamiento social que dan cuenta de que si hay clasismo por la pertenencia a tal o cual grupo social. Teme que esto incremente cada vez más por el mal uso de la tecnología y de las redes sociales porque, a través de estos medios, se exteriorizan los instintos y las pasiones “más bajas” de los seres humanos.

Cambiar mentalidad en los cuencanos

La socióloga Ana María Salazar comparte los criterios de su colega, pero ella va más allá, al referirse a que esa forma de desigualdad estuvo alguna vez inmiscuida en los textos de enseñanza escolar, en obras de literatura, y en pinturas que fue consolidando un concepto de clasismo más formal y ampliado en la sociedad.

Para ella, desde las escuelas, colegios y universidades se van dando actitudes y conductas para que las personas escojan segregadamente ciertos espacios. “En Cuenca existe esa clase de actitud de prejuicio de manera muy extendida, hay colegios caros destinados a élites sociales y económicas en dónde se reproducen prácticas de estudiantes en discriminación y superioridad”, indicó Salazar.

Aseguró que “longo” es el peor insulto que se le puede decir a un cuencano. Concluyó que hay expresiones que están enraizadas en la realidad de las clases sociales. (BPR)-(I)

Educación y equidad es clave

Una correcta educación, impulsar la equidad, y evitar los prejuicios. Esas son algunas de las maneras que se pueden implementar con el fin de combatir el clasismo.

En el caso de la educación, la socióloga Ana María Salazar apunta a un reaprendizaje de las cosas y la restructuración de los métodos y contenidos de lo que se enseña.

“Es una apuesta utópica, pero al momento que empezamos hablar de igualdad, equidad, democracia y justicia estamos cambiando la postura de la gente hacia los demás seres humanos”, comentó Salazar.

Además, hay que cambiar hábitos para mejorar la atención en instituciones públicas y privadas porque existe el prejuicio de qué “cómo te ven, te tratan”. Las personas valen más por lo que piensan y no por lo que visten. (I)

DETALLES

Las redes sociales se pueden convertir en un medio para expresar violencia entre los diferentes grupos sociales.

Para los sociólogos, hay que tener cuidado de lo que se observa y comparte en las plataformas digitales porque muchos tienen contenido racista.

Según Ana María Salazar, en las instituciones públicas se trata a los usuarios de acuerdo al “color de la piel” para ofrecer los servicios.

Bolívar Pérez

Licenciado en Comunicación Social con mención en Comunicación Organizacional y Relaciones Públicas, periodista multimedia, experto en temas de comunidad, sociedad, emprendimientos y turismo.

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