Más allá de la proximidad a una segunda vuelta electoral, en donde cada ciudadano tendrá la libertad de opinar debatir y decidir, es preciso entablar un diálogo ciudadano sobre el respeto y la tolerancia como pilares fundamentales de una sociedad democrática y justa.
La capacidad de entendimiento de respeto y tolerancia del ser humano se mide más allá de la reivindicación de sus propios derechos, pues donde termina el suyo, empieza el derecho de un tercero, recuerdo claramente la premisa establecida por nuestros profesores de Derecho en las aulas -mi derecho termina donde empieza el tuyo-
La tolerancia no significa aceptar o compartir las opiniones de los demás, es respetar su derecho a tenerlas y expresarlas. Esto implica reconocer que la diversidad de pensamientos y creencias es una riqueza para la sociedad, y que la discusión y el debate son herramientas valiosas para encontrar soluciones y avanzar hacia la justicia.
El diálogo es fundamental para resolver conflictos y encontrar puntos en común. Cuando las personas se sientan a hablar y escuchar, pueden descubrir que sus diferencias no son tan grandes como parecían, y que hay un terreno común en el que pueden trabajar juntas. Al respetar los derechos y opiniones de los demás, podemos crear un entorno en el que todos puedan vivir con dignidad y seguridad. (O)
X: @monicabanegasc