
La relación entre política y religión es frecuente a lo largo de la historia en Ecuador, y cuando ambas esferas se cruzan, esto puede influir en decisiones clave de la población. Hay un debate desde la Asamblea Nacional e Iglesia.
Mientras algunos ven en la religión un valor moral que orienta la política, otros consideran que su influencia puede inclinar la balanza hacia determinada posición política cuando de elecciones se trata.
El debate cobra fuerza en el actual contexto electoral del país, tras un sermón, durante una misa, de Marcelo López, sacerdote y párroco de Santa María de El Vergel, que generó reacciones diversas.
Cuestionamiento a la corrupción en la política
El religioso cuestionó los actos de corrupción que se han revelado por parte de algunos exintegrantes del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), en el caso conocido como Liga Azul.
Llamó a los fieles y a la sociedad a ejercer un pensamiento crítico y a despertar la conciencia para elegir con responsabilidad a quienes dirigen el rumbo del país.
Justamente en este contexto, la Asamblea Nacional no dio paso a la aprobación de la Ley Orgánica de Libertad e Igualdad Religiosa, presentada por Esther Cuesta, asambleísta del movimiento Revolución Ciudadana (RC).
En esta norma se proponía que las iglesias fuesen objeto de auditoría por parte de la Contraloría General del Estado (CGE) al uso de los fondos públicos entregados a estas organizaciones religiosas.
Además, proponía sancionar a las iglesias por emitir manifestaciones de carácter político o electoral, o por promover conductas contrarias a los derechos humanos o libertades fundamentales.
Comunicado de la Iglesia
Marcos Pérez, monseñor y arzobispo de Cuenca, informó que la Conferencia Episcopal del Ecuador (CEE) emitió un comunicado al respecto de esta propuesta legislativa.
«…Este proyecto de ley pretendía limitar la libertad de los católicos, la libertad de los ciudadanos para expresarse libremente, y eso es un gravísimo atentado contra esa capacidad que todos tenemos de expresarnos…», señaló.
Acotó: «Somos todos ciudadanos, vivimos en este país y lo que sucede en Ecuador nos afecta a todos, problemas como la violencia, la inseguridad, la corrupción…».
Añadió: «La Iglesia lo que hace ante estas realidades es justamente iluminarlas con la luz del Evangelio; es decir, tomando siempre como base la palabra de Dios, tenemos que llegar a los problemas y dificultades…».
Exsacerdote
Para Fernando Vega, profesor universitario, exasambleísta constituyente y exsacerdote, es «imposible evitar» que se cruce una línea entre la religión y la política.
«El ser humano es un ser único tanto en su individualidad como en la sociedad, pero tiene múltiples dimensiones y esas dimensiones no se pueden separar, están interconectadas…», señaló.
Acotó: «El lugar común entre la religión y la política es la ética, la honestidad, los derechos, la dignidad humana, porque tanto la religión como la política buscarían en común el desarrollo pleno del ser humano».
A decir de Vega, para lograr esto pueden haber varios caminos, estrategias o teorías, por ejemplo, en temas como el derecho a la vida, la educación, entre otros.
«La misma política se autodetermina en su organización legislativa para reconocer la libertad de fe y creencias, de lo que se derivan comportamientos personales y sociales, que no pueden ser puramente privados…», dijo.
Advirtió que estos tienen trascendencia pública y es allí donde la religión entra en un debate político con toda legitimidad, porque es una expresión de la libertad de pensamiento.
Libertad de expresión
Telmo Tola, abogado e investigador, explicó que la Constitución de Ecuador garantiza la libertad de expresión a todos, incluidas las autoridades religiosas, siempre que no inciten al odio ni promuevan la discriminación.
«La Iglesia, como actor social, tiene derecho a expresar posturas sobre temas que afecten a la sociedad. Su voz puede enriquecer el debate público sin imponer creencias…», señaló.
Acotó: «Respetar la laicidad del Estado no significa silenciar a los grupos religiosos, sino asegurar que las decisiones políticas se tomen sin privilegios ni presiones confesionales…».
Detalle
El 1 de abril la Asamblea Nacional no aprobó el proyecto de Ley Orgánica de Libertad e Igualdad Religiosa.
Notas relacionadas:
- Archivan proyecto de ley que prohibía a iglesias realizar expresiones políticas
- La libertad, a cuestas
- El compromiso político del cristiano