
Desde este 10 de abril del 2025 los vehículos importados desde Estados Unidos (EE. UU.) pagan un arancel del 10%, porcentaje que se mantendrá hasta el próximo 31 de diciembre; la medida la adoptó el Gobierno como parte de su estrategia para lograr que el Régimen de Donald Trump reduzca la tasa que le impuso a los exportadores ecuatorianos.
Según la resolución del pleno del Comité de Comercio Exterior (Comex), la reducción de aranceles solo se aplicará para los vehículos de origen estadounidense, para probar que son fabricados en este país deberá presentar un certificado que lo acredite.
Según los datos proporcionados por la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade), en 2024 se importaron 1.232 carros cuyo origen fue Estados Unidos, lo que representa apenas el 1% de las ventas totales en el país. De ese total, el 62% corresponde a carros híbridos y eléctricos.
En promedio el arancel que pagan los vehículos estadounidenses en Ecuador es del 25%; los automotores híbridos tienen una tasa menor, que puede llegar al 20 %, mientras que los de alta gama alcanzan hasta el 40%, que es la tarifa más alta que se cobra en el país a este tipo de artículos.
La mayoría de los vehículos que se importaron al país en el 2024 provinieron de China, ingresaron 41.630 automotores y esto abarcó el 39 % del mercado; de Japón, Brasil y Colombia vinieron el 7 % cada uno; el 4 % vino de la India, el 3 % de México; mientras que Indonesia, Eslovaquia, Corea del Sur y Argentina abarcaron la importación del 2 % por cada país; de España, República Checa, EE. UU., Reino Unido y Alemania apenas llegó el 1%.
¿Qué marcas de vehículos bajarán de precio?
En el 2024 las marcas de vehículos que más se importaron de Estados Unidos y que se beneficiarán de la reducción del arancel fueron: Ford (339 unidades), RAM (278), BMW (156), Chevrolet (95), Jeep (95), Mercedes Benz (78), Honda (42), Mack (21), entre otros.
El consumidor se beneficiará de la reducción de aranceles principalmente en los vehículos a gasolina, que son los que llegaban a pagar una tasa de hasta el 40 %, mientras que en los híbridos el arancel bordea el 20 %.
Cabe recalcar que, por ejemplo, existen vehículos de estas marcas que provienen de otros países, principalmente de Centroamérica y Sudamérica, los que pagan menos arancel y son más económicos.
Esto ocurre con la marca Chevrolet que, como parte de su estrategia de producto, tiene modelos provenientes de distintas fuentes como Brasil, México, China y Japón. Desde EE. UU, importan solo modelos SUV premium, que tienen un volumen de ventas limitado, a un segmento muy específico de mercado, informó Oswaldo León, country manager de General Motors en Ecuador.
Vehículos costosos
Sin embargo, al 10 % de arancel que pagarán hasta finales de año estos vehículos; hay que sumarle el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD), que asciende al 5 %, y el Impuesto al Valor Agregado (IVA), del 15 %, estos dos últimos no se han reducido, por lo que la importación al Ecuador de un vehículo estadounidense nuevo sigue siendo costosa.
Precisamente el informe de la Oficina Comercial de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), en el que se señalaron las barreras que Ecuador pone a los exportadores estadounidenses y en el que se basó Trump para imponer los nuevos aranceles al país, se observó la alta tasa que pagan los vehículos de EE. UU., a los que se suman el ISD, que se aplica a las transferencias del exterior.
Una medida antitécnica
Desde la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae) se expresó una “profunda preocupación” por la resolución adoptada por el Comex, pues se reducen unilateralmente los aranceles a más de 80 partidas de vehículos importados desde Estados Unidos, lo cual carece de sustento técnico.
“La decisión de Ecuador solo debió abarcar a los vehículos que se producen en Estados Unidos, que se concentran en seis partidas, incluir 80 abre la puerta para que otros países se beneficien y que se afecte a la producción local”, afirmó David Molina, director ejecutivo de Cinae.
Molina especificó que Ecuador, al incluir estas partidas innecesarias permitirá que otras naciones, como China, presente una queja ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), para exigir un trato similar, lo que significará pérdidas para el país.