La escasez de trabajadores sanitarios detectada en los sistemas de salud de los países europeos es una «bomba de relojería», según estima la Organización Mundial de la Salud (OMS), que alienta a los países europeos a invertir en ellos.
«La crisis de escasez de trabajadores sanitarios ya está cobrándose un alto precio en la fuerza laboral de la salud y en el acceso a servicios sanitarios», afirma en una declaración a EFE el director regional para Europa de la OMS, Hans Kluge, a propósito de los retos a los que se enfrenta en 2023.
«Los países deben tomarse esto en serio y actuar con rapidez, individual y colectivamente por medio de alianzas regionales», según Kluge.
«Las múltiples huelgas de trabajadores de la salud en varios países son una señal de que la fuerza laboral de la salud se siente infravalorada y sobrecargada de trabajo», dice el director de la OMS-Europa a propósito de las protestas protagonizadas por ese colectivo en varios países de la región.
«Las largas horas de trabajo, la compensación y el apoyo profesional a menudo inadecuados, la grave escasez de personal y las altas tasas de infección y muerte por covid 19 entre los trabajadores de salud de primera línea, especialmente durante las primeras etapas de la pandemia, han dejado una marca», constata Kluge.
«La mejor manera de mostrar nuestro agradecimiento a todos los trabajadores de la salud es invertir en ellos y, al hacerlo, invertir en un futuro más saludable para todos nosotros», opina el responsable de la oficina regional de la organización internacional con sede en Copenhague.
Varios países europeos están afectados por huelgas de sanitarios. En Francia hay convocado un paro de médicos de familia para pedir incremento de tarifas y mejora de las condiciones laborales.
En Turquía, una media de 400 médicos abandonaron cada mes su puesto de trabajo en los últimos tres años en su mayoría debido a las malas condiciones laborales, con largas jornadas de trabajo y bajos salarios.
En el Reino Unido, miles de consultas y operaciones programadas en el sistema de salud público el pasado 20 de diciembre fueron suspendidas por una nueva huelga de enfermeros, que exigen mejoras salariales, mientras que en Alemania se han aplazado operaciones.
En Italia, las organizaciones sindicales de médicos, veterinarios y gestores sanitarios convocaron el pasado 15 de diciembre una huelga contra lo que definieron como la «mayor desfinanciación de la sanidad pública» y en defensa del sistema nacional de salud. EFE