Estimado lector, ¿Usted ha analizado la importancia que tiene aquella fracción de tiempo representada por un segundo? Casi de seguro que nos sucede a todos lo mismo, el espacio generado por ese instante es tan corto que pasa completamente desapercibido en nuestro trajín diario, aquí cabe el dicho popular, sucedió en un abrir y cerrar de ojos.
Ahora bien, ¿bajo qué circunstancias nosotros podemos determinar que un segundo, minúsculo espacio de tiempo, se convierte en un factor determinante que llega incluso a modificar radicalmente nuestra existencia? Efectivamente es así como lo lee, un segundo, o, un medio segundo inclusive, puede transformarnos de tal manera que se llegarían eventualmente a comprometer todos nuestros actos que supuestamente los tenemos planificados y bajo control.
Si bien, el tiempo es un descubrimiento humano y existente como le conocemos únicamente en nuestro planeta, los cambios ocurridos en nuestro entorno se vuelven completamente determinantes cuando asumimos que somos los soberanos absolutos de ese tan minúsculo espacio de tiempo y así mismo, asumimos que ese lapso temporal nos podría colocar ante situaciones realmente trascendentales.
Es cierto, no podemos hacer absolutamente nada para modificar ciertas experiencias que debemos franquear, mas es nuestra obligación el tratar de hacerlo con la total conciencia de que ciertamente atravesamos momentos en los cuales no tenemos injerencia directa, y más aun, no nos podemos deshacer de ellas.
Hoy iniciamos un nuevo ciclo de tiempo denominado como año calendario, lo que suceda en los próximos doce meses va a depender de muchos factores, sin embargo, la manera en la que enfrentemos los sucesos como siempre, estará únicamente en nuestras manos. (O)
