“La ansiedad, la depresión, la tristeza se dan por distintas circunstancias, el cuerpo nos avisa sintiéndose incómodo. Pero si alguien quiere una puerta a la paz, a la tranquilidad esta es una manera efectiva”. Es la experiencia que comparte Pablo Mendieta, alumno del maestro Yung Chen Tai, quien dicta clases de Taichí en el Parque Lineal 1 de Mayo.
De lunes a viernes, un grupo de aproximadamente 50 personas, asiste para realizar los ejercicios. Estos consisten en distintas secuencias de movimientos cadenciosos circulares o en espiral y se ejecutan con suavidad en un ambiente que conjuga naturaleza, aire fresco y camaradería.
Enseñanza
A sus 61 años, el maestro Yung Chen Tai disfruta compartir de forma gratuita lo que aprendió en su natal Taiwán desde la infancia.
“El ejercicio en Taiwán aprendemos en la escuela y colegio para mantener un buen estado de salud», cuenta el maestro, en un español con su particular acento extranjero.
El Taichí mejora la salud física y mental. El secreto: la combinación de movimientos lentos, una técnica de respiración profunda y relajación. “Es fácil de aprender. Se combinan cinco elementos de la naturaleza como son la madera, el metal, la piedra, el agua y el fuego”, explica Yung.
El metal, representa el golpe directo; el agua, el movimiento fluido; la madera, la flexibilidad; el fuego, el golpe o movimiento rápido; y la piedra, el equilibrio, la estabilidad.
Cambio
Pablo Mendieta lleva 15 días asistiendo a las clases de Taichí, pero dice que siente un cambio interesante. “Empecé con problemas de ansiedad, uno vive a 100 por hora en la ciudad y lo que aquí enseña Yung, la respiración y los ejercicios me generan tranquilidad. La ansiedad ha ido desapareciendo y ahora me hace falta venir, el cuerpo lo pide”, dice el hombre de 45 años.
Al grupo asisten jóvenes y adultos, pero son los adultos mayores los que predominan. Paulina, a sus 84 años, participa de lunes a viernes en las clases que inician a las 07:25 y duran una hora .
“Practico ejercicio desde hace unos 30 años de forma regular y ya tenía conocimiento del Taichí. Pero es maravilloso que tengamos en Cuenca un lugar donde hacer estos ejercicios con un guía. En otros países como Estados Unidos o Canadá una clase de estas cuesta unos 100 dólares, así que estamos contentos de tener a Yung”, expresa Paulina.
La rutina inicia con ejercicios de movimientos suaves, en series de tres repeticiones para que el cuerpo entre en calentamiento. Se hacen giros delicados con la cabeza, con las manos, con los pies, balanceo de adelante hacia atrás. Esto permite relajar el cuerpo, concentrarse en la respiración y canalizar la energía.
Beneficios
“Cada día se hacen diferentes ejercicios, este lugar es bueno, en Cuenca hay árboles, río y buena energía”, dice el maestro. Él decidió radicarse en la ciudad hace 25 años, junto a su esposa y dos hijas, luego de recorrer países de Centro y Sudamérica.
Además de reducir la ansiedad, el Taichí mejora el equilibrio, reduce el dolor crónico, mitiga el estrés, potencia la inmunidad y favorece la longevidad.
Nube Parra practica Taichí bajo la guía del maestro Yung Chen Tai, desde hace tres años. “Hacemos movimientos en forma circular, de manera natural, no es forzado, los músculos se relajan. Los ejercicios involucran piernas, caderas, hombros. Cada movimiento tiene un fin”, señala la mujer, quien ha aprendido con Yung esta práctica milenaria.
Estudios
La Universidad de Harvard publicó en enero de 2022, en su revista médica, un estudio en el que señala que el Taichí es una de las mejores actividades físicas para el cuerpo.
“Los ejercicios del Taichí están indicados para ejercitar no solo el cuerpo también la mente; es altamente recomendable para velar por la salud física y mental porque está indicado para cualquier edad o condición física”. Así lo afirma la investigación de la Universidad de Harvard, que denomina a esta práctica como “meditación en movimiento”. (I)