Estamos a las puertas de nuevas elecciones seccionales, para elegir Alcaldes, Prefectos, concejales y consejeros provinciales, cantonales y parroquiales, y la ciudadanía mira con indiferencia este evento que se aproxima, por la experiencia de elecciones pasadas, en las que han sufragado por las ofertas de campaña, que jamás se cumplieron y han quedado simplemente como un enunciado lírico, que ha decepcionado a los mandantes, el ciudadano común debe saber elegir y saber votar. La elección debe ser en base a la honradez de los candidatos, en donde se pueda avizorar, valores humanos, éticos, morales , en su vida personal y pública, también es importante contar con que el postulante a ocupar dignidades en los organismos seccionales, cuente estudios de alto nivel, experiencia y decoro en la administración, títulos de cuarto nivel, como mínimo experiencia en Administración Pública, actuar con rectitud y honradez, satisfacer las necesidades de sus representados con calidad y esmero, combatir y denunciar todo intento de corrupción desde el cargo que desempeña , desempeñar con ética sus funciones, trabajar con probidad, prudencia, justicia, templanza, idoneidad y responsabilidad, finalmente someterse a evaluaciones semestrales, técnicas y serias, para medir la calidad de su desempeño entre otros aspectos, que sería largo enumerar. Los candidatos deberían tener una vida personal o privada y pública o externa intachable en lo profesional, social, político, laboral, familiar, honrada con moral y valores demostrados, para que sirva de ejemplo para las actuales y futuras generaciones. no es necesario fijarse solo en su imagen, sus arrugas , canas , caras o cuerpos mejorados por cirugías estéticas o fijarse en su vestimenta, su juventud, su manera de caminar , reír o tener carisma , de estos candidatos está llena la historia y en la actualidad tuvimos y tenemos muchos, basta ya de «sepulcros blanqueados», que solo han llamado la atención para ganar popularidad ante los votantes, ¡basta ya de este tipo de gente!, el Ecuador necesita gente trabajadora, honesta y pulcra para el bien de las comunidades y salir del atajo en el cual estamos sumidos. El Estado no debe financiar a ningún candidato, partidos o movimientos políticos y debe prohibirse que los partidos y movimientos políticos sean de familias, que los puestos los van heredando entre ellos y sus testaferros, también debe prohibirse que un partido invente otros partidos o movimientos políticos con otros nombres, pero con gente de su mismos grupo o camaradas improvisados que tienen las mismas ideas y ambiciones para conseguir los cargos públicos, porque por ahí empieza la corrupción que está asfixiando a la patria desde décadas pasadas. (O)
CMV
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.
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